Enlaces accesibilidad

El conductor del autobús español siniestrado en Francia reconoce haberse fiado del GPS

  • El dispositivo le condujo a un túnel más bajo que el autobús
  • Denuncian que las medidas de seguridad en la zona eran insuficientes
  • Faltaban una láminas metálicas colocadas a 150 metros antes del túnel

Por
El conductor del autobús siniestrado se confió al seguir el GPS

El conductor del autobús siniestrado este domingo en un túnel a las afueras de Lille, en el norte de Francia, en un accidente que ha dejado seis heridos graves y 15 leves, ha admitido haberse fiado del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta, según informa EFE.

El hombre, de 61 años, ha asegurado durante su interrogatorio ante la Fiscalía de Lille, que ha abierto una investigación por "heridas involuntarias", haber confiado en la dirección marcada por el sistema de GPS del vehículo, que le llevó hasta el túnel del municipio de La Madeleine, que era demasiado bajo (2,6 metros) para que pasara el vehículo, que quedó incrustado y descapotado en mitad del pasaje.

La Fiscalía, según fuentes de la Delegación del Gobierno local, busca determinar las circunstancias del accidente y por qué el conductor no estuvo suficientemente pendiente de las señales de tráfico.

El hombre, cuya nacionalidad no ha sido facilitada, trabajaba para la empresa de autocares Alba, cubría la ruta entre Amsterdam y Bilbao (norte de España) y ha dado negativo en los controles de alcoholemia y estupefacientes que se le han practicado.

En el autobús, viajaban 59 personas, en su mayoría universitarios, de los cuales 34 fueron atendidos en el hospital universitario de Lille, la mayoría con heridas leves. EFE

La seguridad en el túnel era insuficiente

El conservador francés Jean-René Lecerf, presidente del consejo departamental de Lille, lugar donde se ha producido este domingo el accidente de autobús en el que viajaban universitarios españoles, ha reconocido que la zona cumplía con la normativa pero carecía de medidas de seguridad suficientes.

El siniestro ha tenido lugar a las 05.29 hora local (03.29 GMT), cuando el autobús, de una planta y operado por la agencia bilbaína Viajes Livingston, quedó "decapitado" e incrustado en mitad de un túnel demasiado bajo (de 2,60 metros) del Grand Boulevard de la periferia de Lille.

El presidente del consejo ha señalado que todos los avisos exigidos por el código vial estaban presentes, pero que faltaba un dispositivo adicional y no obligatorio, una especie de pórtico con láminas metálicas colocado 150 metros antes del túnel, que impacta contra el vehículo que supera esa altura y le alerta para frenarlo.

"Cada vez que hay un vehículo pesado que choca contra él queda inmediatamente invalidado. Hace falta un mínimo de tiempo para reemplazarlo", indica a Efe en una entrevista telefónica Lecerf, que baraja la hipótesis de que un incidente reciente obligara a quitarlo, o de que algún acto vandálico lo retirara.

Otros accidentes similares

Se trata de una zona, según añadió, en cuyos "minitúneles" ya se habían registrado accidentes similares, como el de una camioneta el pasado junio cuyo conductor no vio los paneles que indican la altura máxima permitida.

La prueba de que las medidas de seguridad eran insuficientes es que este último accidente ha tenido lugar, apuntó el representante local, según el cual se barajan desde hace tiempo soluciones adicionales para mejorarlas.

Entre ellas, tal y como detalló, la prohibición de los minitúneles, posibilidad a la que se oponen, a su juicio, la mayoría de los alcaldes de la zona, o también la apertura del tráfico solo a los vehículos ligeros.

La mayoría de los pasajeros en el autocar siniestrado este domingo eran personas de entre 18 y 29 años, pero en el vehículo viajaban también dos conductores, y otras cuatro personas, según informaron a Efe fuentes de la delegación del Gobierno y diplomáticas españolas.