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Un cuento protagonizado por niños adorablemente imperfectos

  • Laura Ortiz presenta Niños y niñas, peatones que aún voláis
  • Un cuento autoeditado con ilustraciones de Jesús Román

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Tráiler del libro 'Niños y Niñas Peatones que aún voláis'

Niños y niñas, peatones que aún voláis, es un proyecto que sale directamente de mi corazón, para recordaros que sois irrepetibles, personas únicas y sobre todo adorablemente imperfectos”, así define su autora, Laura Ortiz, este cuento que ilustra Jesús Román y que han decidido autoeditarse. Un cuento que desborda imaginación y cuyo principal objetivo es aumentar la autoestima y el respeto.

Historias sobre la tolerancia protagonizadas por personajes tan especiales como Ansiedad Fernández, Manolo Pierdelotodo, Pupita, Chico Dálmata o el Niño Caracol “Los protagonistas –añade jesús Román- son niños y niñas diferentes en todo: en su forma de ser, su modo de comportarse, de hablar, de sentir, de vivir… Y precisamente eso es lo que los hace únicos y especiales”.

Laura estudió Magisterio de Audición y Lenguaje y, aunque nunca ha ejercido, ha trabajado mucho con niños y niñas tanto a nivel individual (clases particulares), como en talleres de animación a la lectura, apoyo escolar, teatro, manualidades…

“El libro –nos comenta la autora- se basa mucho en mí y en las personas que he ido conociendo a lo largo de mi vida. En algunos personajes me reconozco mucho, en otros reconozco rasgos de otras personas. La verdad es que inevitablemente tiene mucho de autobiográfico, es difícil separar”.

Las historias surgieron de un peluche

Laura nos comenta que la historia “Surgió de la forma más inesperada. Mi amigo Emilio me pidió que le cosiera unos muñecos de peluche, en casa sólo tenía tela con estampado de dálmata y le construí un muñeco con esa tela. En ese momento comencé a darle vida y nació de la forma más natural el primer personaje: Chico Dálmata. La historia iba surgiendo en mi mente con mucha naturalidad, como si siempre hubiese estado ahí esperando salir. El resto de los personajes fueron apareciendo de la misma forma cuando menos lo esperaba, muchas veces tuve que parearme mientras conducía para escribir, fueron momentos maravillosos de total inspiración”.

El libro va sobre unos personajes muy particulares –continúa Laura-, unos niños y niñas con unas características muy marcadas. Estos personajes consiguen hacer que lo que pueda parecer “un defecto” se convierta en una virtud, a veces de la forma más absurda. Son los alumnos y alumnas del Colegio Nuestra Señora con Gracia. El título comienza con un vocativo: Niños y niñas, después incluye a los peatones que aún volamos, aquellos que siendo más mayores en edad aún somos capaces de dejar volar la mente, de seguir volando. El término peatón, en este caso, lo utilizo como un guiño a mi amigo Manuel, que me dio a conocer “el peatón del aire” de Eugene Ionesco. Es un concepto que siempre me ha gustado”.

Enseñar divirtiendo

Los protagonistas del libro son doce niños muy especiales: “El libro –asegura Laura- está estructurado en doce historias diferentes. Dentro de cada historia encontramos también dos partes: una ficha escolar y la historia en si. La ficha está escrita en prosa, es una especie de evaluación positiva que se hace del personaje desde la perspectiva del profesorado. La historia está escrita en poesía y se va contando a partir de un diálogo entre varios personajes en la mayoría de los casos”.

Casi todas las historias están contadas en verso. Laura nos comenta por qué: “El lenguaje poético le da musicalidad, la rima contribuye a subrayar los aspectos graciosos. Hace que los textos sean más fácilmente recordables en el caso de ser representados teatralmente. Yo soy una gran admiradora de Gloria Fuertes y de su forma de rimar con pareados sencillos pero con contenido y matices absurdos, quizás ha podido inspirarme de alguna forma”.

Pero aparte de ser muy divertidos los cuentos enseñan a los niños a ser mejores en todos los aspectos: “Tiene mucho contenido pedagógico –comenta Laura-, lo primero que encontramos común en todas las historias es el respeto, valores como la amistad, la tolerancia, la educación impregnan cada una de las historias”.

“Buscamos llegar a las personas con el mensaje de sé tú mismo, no juzgues y al mismo tiempo no dejes que te hieran los juicios –asegura Laura-. Ser diferente es a veces difícil de gestionar emocionalmente, así que intentamos poner un granito de arena en la aceptación de esas diferencias desde dentro de nuestros corazones. Y no sólo aceptar que somos diferentes sino alegrarnos por ello y valorarlo. Lo que en principio puede parecer imperfecto es glorioso, no nos gusta la perfección ni la búsqueda de ella. Además hay historias dentro del libro que tienen muchas posibilidades, hay unidades temáticas enteras. Por ejemplo en La Flor de mi casa hay una unidad temática completa de Conocimiento del Medio”.

Para Laura, como profesora, los cuentos son “Una forma divertida y completa de aprender, si estudiamos el tema de la fotosíntesis, por seguir con el mismo ejemplo, desde el poema de Flor González, será mucho más fácil aprenderlo y que sea inolvidable. Se pueden hacer representaciones teatrales en clase, murales, manualidades relacionadas con el tema del crecimiento de las plantas y muchas cosas más. Ya depende de la creatividad de cada persona y del uso que quiera hacer de este libro”.

Un libro lleno de color

En los cuentos infantiles, un cincuenta por ciento del mensaje son los dibujos, en este caso de Jesús Román, que nos da una auténtica lección de cómo llamar la atención de los niños con el color. “Teníamos claro –afirma Jesús- que queríamos transmitir y reforzar la autoestima a los más pequeños y espíritu positivo y para ello debía ser un libro lleno de color”.

Además, el ilustrador destaca “La imagen nostálgica que desprenden cada uno de los personajes y su entorno. Es un poco como viajar al pasado. A esos niños y niñas de un colegio donde aún no habían llegado las tecnologías con las que cuentan ahora”.

Jesús Román nos comenta cómo se puede conseguir la identificación de los pequeños: “En el libro hay algunos personajes como Chico Dálmata o La Flor de mi casa, que son niños que sueñan con ser otra cosa. Hemos comprobado la empatía que muestran muchos niños y niñas con este tipo de personajes”.

Para conocer mejor a los personajes, cada historia comienza con una ficha de su protagonista: “Las fichas nos ayuda a conocer más a los personajes aparte del poema de cada uno –asegura jesús-. Están sacadas de un fichero de antiguos alumnos de un colegio que se llama “Nuestra Señora con Gracia” En ellas vemos las valoraciones que ha hecho el profesorado de cada uno de ellos, así como sus aficiones y una evaluación final, siempre resaltando las cualidades y características positivas y encontrando ventajas a sus cualidades más extrañas de su comportamiento”.

Sus proyectos

Por último, Laura y Jesús nos avanzan sus proyectos. “Como proyecto tengo llegar a muchos corazones con mis niños y niñas, conquistar a esos peatones que aún vuelan y hacerlos sentir especiales –asegura Laura-. También estoy preparando un nuevo libro que nos hablará de la actitud con la que enfrentamos cada día, pero este tardará aún un poquito. Mientras tanto preparo una obra de teatro infantil y sigo disfrutando de cada presentación o de cada taller que hacemos con la misma ilusión que el primer día”.

En cuanto a Jesús: “Ahora estoy trabajando en lo que será mi tercer libro como ilustrador que saldrá a la luz en las próximas navidades”.

Mientras, podéis conocer a esta simpática pandilla de niños, tan diferentes entre sí como buenos amigos. Porque al final, lo único que importa es tener un buen corazón.