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El Clásico volverá al Teatro de la Comedia

  • La Compañía Nacional de Teatro Clásico regresará a su sede en 2015
  • Se han renovado las instalaciones, estructuras y ampliado el aforo
  • Hasta ahora la ubicación ha permanecido en el Teatro Pavón

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Teatro de la Comedia
Teatro de la Comedia

La Compañía Nacional de Teatro Clásico tiene doce meses para hacer las maletas y regresar a la que fue siempre su sede, el Teatro de la Comedia, cerrado durante trece años y sometido desde 2010 a unas obras que le devolverán su esplendor y que habrán costado 21 millones de euros.

La Comedia reabrirá pues sus puertas en septiembre de 2015, si se cumplen todas las previsiones y las obras no sufren más retrasos, unas obras que han afrontado no pocas dificultades técnicas, previsibles y no, como fue descubrir que el contrafoso se había rellenado con los escombros provocados por el incendio que asoló el teatro en la noche del 17 de abril de 1915.

Las obras comenzaron en octubre de 2010, tras una espera de ocho años, tiempo que fue aprovechado para sacar a concurso el proyecto y su ejecución, y para convencer al Ayuntamiento de Madrid de que tan histórico y protegido edificio, de mediados del siglo XIX, no iba a sufrir daños o cambios irreparables.

Aforo ampliado y una segunda sala

Este martes, el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Miguel Ángel Recio, acompañado por los técnicos encargados de las obras, ha invitado a los periodistas a visitar las obras de La Comedia, cuyo aforo se ampliará a 700 butacas.

Recio informó de lo hecho hasta ahora, cuando queda poco para concluir la obra civil, que habrá costado más de 14 millones de euros, como la consolidación de la antigua estructura de hormigón, en muy mal estado en algunas zonas, lo que obligó al cierre en 2002.

Ello ha permitido ampliar las instalaciones y crear, entre otras novedades, una segunda sala de unos 300 metros cuadrados de superficie que servirá para ensayos y representaciones, con un aforo de un centenar de localidades.

Bajo el patio de butacas se ha realizado una profunda excavación que ha permitido albergar un gran aljibe en el que almacenar tanta agua como sea necesaria para combatir un incendio. Además, se ha procedido a elevar el escenario, permitiendo así una mejor visibilidad.

Decoración restaurada, tecnología y viejos recuerdos

Al mismo tiempo que se actuaba en la estructura y en otros elementos arquitectónicos del edificio, se procedía a restaurar su rica decoración, como el lienzo del techo, que fue desmontado, sus pinturas restauradas y vuelto a instalar.

Concluida la obra civil, se procederá a dotar al teatro del más moderno equipamiento escénico, en el que se invertirán 8 millones de euros, acometiéndose, en último lugar, la decoración de la sala y del resto de los espacios públicos.

En esa decoración figura una placa conmemorativa de la creación de La Falange en ese teatro, en un acto protagonizado por su fundador José Antonio Primo de Rivera. Placa que "tiene que estar en el edificio", ha afirmado Miguel Ángel Recio. Su situación no se ha decidido aún pero se conservará como parte integrante del conjunto de elementos originales del edificio, según trasladan a RTVE.es fuentes de la institución.

"Nos sentimos muy orgullosos de lo hecho", ha destacado el director general del Inaem, quien agradeció la colaboración y la paciencia de los vecinos que viven en los edificios que rodean al teatro.

A este antiguo edificio de la madrileña calle del Príncipe se mudará pues, en septiembre de 2015, la Compañía Nacional de Teatro Clásico, que en todo este tiempo ha vivido de alquiler en el Teatro Pavón.

Preparando la nueva temporada

Helena Pimenta, su directora, todavía no tiene muy claro con qué obra estrenará la compañía su nueva casa. Mientras ese momento llega, el Clásico calienta ya motores para afrontar su temporada 2014-2015, en la que volverá a insistir en su "amor a nuestros clásicos", con una programación que persigue atraer a más espectadores que en la anterior, cuando casi se llegaron a los doscientos mil.

Una programación que vuelve a apostar "por la calidad y la excelencia", en palabras del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, sentado esta mañana en el patio de butacas del Pavón, entre los numerosos profesionales del teatro que han acudido a la presentación de la nueva temporada. Oferta que hunde sus raíces en la "diversidad, el rigor, el riesgo, el compromiso, el entusiasmo, la experiencia, la juventud del equipo y su profesionalidad", según Pimenta, "puestos al servicio de la excelencia en la comunicación escénica de tan riquísimo repertorio".

Una comedia de Rojas Zorrilla, "Donde hay agravios hay celos", dirigida por Pimenta y estrenada en el Festival de Almagro este verano, levantará el telón de la temporada, en la que la CNTC, en colaboración con el Instituto Cervantes, llevará el verso de Calderón y Lope a París, Londres, Dublín y otras poblaciones europeas.

La compañía Ron Lalá volverá al Pavón con su exitoso "En un lugar del Quijote", "porque nos lo ha pedido mucha gente", ha reconocido Pimenta, y porque ha arrasado en taquilla allí donde ha viajado, dentro y fuera de España.

La actriz Blanca Portillo dirigirá un "Tenorio" alejado de los tópicos. "Quiero mirar a los ojos al personaje y ver qué hay detrás de esa mirada", decía este martes la actriz, para quien "todos llevamos al Tenorio tatuado en la piel".

Un Calderón olvidado, prácticamente desconocido en España, hasta ahora nunca representado por la CNTC, llegará por primavera al Pavón, "Enrique VIII y la cisma de Inglaterra", dirigido por Ignacio García.

Y tres compañías invitadas -GG Producciones, Teatro Corsario y Atalaya- con textos de Antonio Villegas (La hermosa Jarifa), Calderón (El médico de su honra) y Fernando de Rojas (La Celestina).