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Robots-termita que edifican construcciones de forma autónoma

  • No requieren vigilancia central ni comunicación coordinada
  • Pueden construir grandes torres y edificaciones mayores que ellos mismos
  • Podrían emplearse en sitios peligrosos, de difícil acceso o impracticables

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Detalle de un pequeño robot TERMES
Detalle de un pequeño robot TERMES

Siempre se ha hablado de la increíble 'inteligencia colectiva' que muestran algunos seres vivos, como las hormigas o las abejas. 

Ahora unos científicos de la Escuela de Ingeniería y Sistemas Aplicados de Harvard junto con el Instituto Wyss, especializado en 'ingeniería de inspiración biológica' han intentado imitar a estas maravillas de la naturaleza creando unos robots autónomos capaces de construir diversos tipos de edificaciones sin supervisor, ayuda externa ni comunicaciones.

El sistema en cuestión se llama TERMES y lleva cuatro años desarrollándose. El objetivo es crear un tipo de robot pequeño y autónomo que actúe en grupo, como por ejemplo hacen las termitas -grandes constructoras del mundo natural-  que puedan edificar construcciones notablemente más grandes que ellos mismos.  

Los robots simplemente manipulan unos bloques estándar que podrían equivaler a piedras, barro o ladrillos en el mundo natural y los apilan creando complejas estructuras.

Movimientos con fórmulas especiales

Para conseguir su objetivo sin comunicarse y sin contar con ayuda externa como podrían ser planos, cámaras o sistemas de guiado, los pequeños robots utilizan unas fórmulas especiales que simplemente les indican los 'movimientos' que han de realizar según las piezas que van encontrándose por el camino. 

Ninguno sabe cómo será el aspecto definitivo de la construcción; tan solo los movimientos que a él le están permitidos.

Cuando comienza el espectáculo el usuario prepara la tarea indicando a un ordenador el tipo de construcción que quiere levantar, normalmente una pirámide o torre. 

El ordenador estudia las diversas formas en que puede erigirse y elige la forma matemáticamente óptima, junto con el conjunto de reglas más simplificado que los robots deberían obedecer para construirla. 

Observación del resto de robots

El conjunto de movimientos se graba entonces en los robots (en todos por igual) y son estos los que buscan las piezas, las transportan y las colocan en su sitio. A partir de entonces, nadie, ni humano ni máquina, supervisa los trabajos.

Algunas características de esta peculiar forma de trabajo es que todos los robots trabajan en paralelo, que han de observarse para ver qué hacen los demás, y que si uno se estropea puede 'retirarse' del escenario sin que afecte al trabajo total. 

Además de eso la idea permite que una misma construcción la lleven a cabo unos pocos robots o cientos de ellos: todo depende de los recursos de que se disponga.

Posible uso de los robots-termita

Sus creadores creen que este tipo de robots pueden resultar útiles en entornos donde a las personas les resulta difícil trabajar o donde el peligro puede ser grande; también para escenarios futuristas tales como misiones al espacio y otros planetas, en los que haya que edificar diversos tipos de estructuras. 

Pero el objetivo ya se ha conseguido: demostrar que es posible edificar estructuras realmente complejas con 'seres' muy simples y sin supervisión central, algo que -en realidad- las termitas de verdad ya nos habían enseñado hace miles de años.