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El joven Pablo Larcuen toma Sitges con 'Hooked Up', terror a golpe de iPhone

  • El director de 26 años presenta una película grabada con teléfonos móviles
  • El formato causa sensación en el Festival de cine fantástico

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PABLO LARCUEN PRESENTA LA PELÍCULA "HOOKE UP" RODADA INTEGRAMENTE CON UN MÓVIL IPHONE
El cineasta español Pablo Larcuen.

Haciendo de la necesidad virtud, el joven barcelonés Pablo Larcuen ha rodado su primer largometraje Hooked Up, que hoy toma el Festival de Cine Fantástico de Sitges, gracias a los móviles iPhone de tres amigos, con los que construye una terrorífica y, en ocasiones, extrema historia.

Larcuen, otra de las promesas de la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya (ESCAC), rememora, en una entrevista con Efe, que todo comenzó a finales de 2011 cuando se encontraba en Estados Unidos pasando una temporada y empezó a darle vueltas a este proyecto, después de haber obtenido 14.000 euros para rodar un corto, la mitad del presupuesto de su proyecto de final de carrera.

Con el dinero en el bolsillo, el director cambió de opinión y pensó que con esa cantidad podría ejecutar un largometraje, aunque ajustándose mucho al presupuesto del que disponía.

Rodada con tres móviles

"No tenía ninguna manera para alquilar una cámara profesional y como siempre grabo todo en el móvil, pensé que podríamos experimentar con un formato nuevo, el iPhone, y crear una película sin actores famosos, sin una productora detrás, pero que pudiera llamar la atención del público". Con los teléfonos del director artístico, del director de fotografía y de uno de los actores empezó a armar esta película de género, en el que dos jóvenes estadounidense viajan a Barcelona buscando fiesta y mujeres y acabarán encerrados en una casa con dos chicas, en una auténtica noche de pesadilla.

Ataviado con una camiseta de los Miami Dolphins y una gorra de Hollywood, el cineasta desgrana que es la primera vez que se enfrenta a un proyecto de este tipo, con el que intenta tanto "romper esquemas de lo que la gente ha visto hasta ahora, como explicar una película desde dos puntos de vista diferentes".

Este hecho lo consigue porque los dos protagonistas masculinos van intercambiándose el teléfono con el que graban todas sus acciones, mientras que las dos actrices tienen papeles muy distintos, siendo una de ellas un personaje "ambiguo, que permite que cualquier espectador se haga su propia película".

En cuanto a que algunas de sus escenas recuerden a REC, Larcuen argumenta que "pueden haber momentos visuales parecidos, porque se juega con una cámara en la mano de los protagonistas, pero son películas de temática y de lenguaje narrativo completamente diferentes, porque el nuestro se aproxima más a los vídeojuegos de hoy".

"Lo importante es hacer cosas"

A sus 26 años, no esconde que la apuesta por el género es porque "en este ámbito se aceptan los nuevos formatos, y su público tanto ve un gran proyecto de treinta millones de dólares como pequeñas historias sin apenas presupuesto, lo que es muy difícil, por ejemplo, con la comedia".

Además, se impuso como reto poder crear un filme "que, a la vez fuera próximo al espectador, impactara y espantara con algunas de las secuencias".

Respecto a ser un pionero, aunque lo admita, remarca que "es circunstancial" y fruto de "tener una oportunidad con los recursos" disponibles en un determinado momento. "Lo importante es hacer cosas, no parar".

Por otra parte, explica que si la película ha acabado con un presupuesto de 30.000 euros ha sido gracias al "apadrinamiento" del director Jaume Collet-Serra, establecido en Los Ángeles desde hace años, a quien fue a ver para explicarle su iniciativa.

Larcuen ha rodado todas las claustrofóbicas escenas de la casa en el pueblo navarro de Carcastillo, en la antigua y desocupada vivienda de sus abuelos fallecidos.

El cineasta ha ya ha estado en el festival Sundance con el corto Mi amigo invisible, un ejercicio de tercero de carrera, y el año pasado ganó el premio al mejor cortometraje en Sitges con Elefante. Ahora acaba de regresar de Francia, donde ha rodado un corto para un proyecto de France 2 y France 3, en el que también participa el director de cine Michel Gondry.