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La "restauradora" del eccehomo afirma que "lo volvería a hacer"

  • Cecilia Giménez, de 82 años, se encuentra mejor un año después
  • El día 13 inaugura una exposición de pinturas suyas

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Cecilia Giménez, la famosa restauradora del eccehomo de Borja (Zaragoza), se siente anímicamente "mucho mejor" que hace un año, cuando adquirió fama mundial por los arreglos que hizo a iniciativa propia en la pintura del santuario de esa localidad que, ha asegurado a Efe, volvería a hacer.

Cecilia, una anciana de 82 años, pronunciará este viernes el pregón de las fiestas del santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja, que alberga la pintura del eccehomo que ella intentó restaurar, cuya imagen dio la vuelta al mundo y que fue un fenómeno estrella en las redes sociales, en agosto del año pasado.

La pintora se vio desbordada entonces por la repercusión mediática del asunto, que llevó hasta Borja a miles de turistas que guardaban cola para fotografiarse con el eccehomo, que ella intentó restaurar "con todo el cariño del mundo", ha dicho a Efe. La pintura permanece tal y como ella la dejó, y no se sabe todavía qué futuro deparará al eccehomo, que según Cecilia está "muy estropeado" al haberlo "manchado" ella misma.

"Está para arrerglarlo"

"Está para arreglarlo", ha reconocido, pero también ha dicho que mucha gente en el pueblo apuesta por dejarlo tal y como quedó tras su intervención. Cecilia Giménez da las gracias, emocionada, a los vecinos de Borja que la apoyaron hace un año, cuando su restauración generó comentarios irónicos, incluso hirientes, en las redes sociales.

Pero también a los miles de visitantes "de todo el mundo" que desde entonces han acudido al santuario a visitar su "obra", que ha reiterado que hizo "con todo el cariño", como venía haciendo "desde hace muchos años". Cecilia dejó la "restauración" a medio acabar porque se fue de viaje, y el Instituto de Estudios Borjanos dio a conocer el hecho.

La repercusión que tuvo la noticia hizo, incluso, que la anciana tuviera que guardar cama por un ataque de ansiedad por el destrozo que involuntariamente provocó a esta imagen de Jesucristo, de escaso valor artístico, pintado en uno de los muros de la iglesia del santuario.

Pero ahora, después de todo el "cariño" que muchas personas "de todo el mundo" le han demostrado, está mucho mejor. "Cantidad de gente de fuera ha venido (a ver el eccehomo) con mucho cariño y se han portado muy bien conmigo", y por eso un año después está "muy contenta", ha confesado.

Una exposición con 28 pinturas suyas

Cecilia ha seguido pintando, y el próximo 13 de agosto se inaugura una exposición con 28 cuadros nuevos que ha pintado este invierno. Las personas que lo divulgaron "con mala fe", ha lamentado, pensaron que le iban a hacer daño, pero al final todo "ha sido un bien para Borja", una localidad de poco más de 4.000 habitantes a 65 kilómetros de Zaragoza, ubicado en las faldas del Moncayo.

Todo el mundo que ha visitado su obra, "ha dejado algo", y de hecho, los visitantes dejan un euro por persona que la Fundación Hospital Santi Spiritus, propietaria de la iglesia, quiere destinar a restaurar el santuario.

Lo que Cecilia tiene claro, un año después y mucho más tranquila tras el revuelo que se montó, es que con su intervención artística puso a Borja "en el mapa"