Texas ejecuta a su preso número 500 desde la reinstauración de la pena de muerte
- Se trata de una mujer de 52 años y raza negra
- El estado tiene a 300 personas en el corredor de la muerte
Especial: La pena de muerte en el mundo
Texas ejecutó este miércoles a su preso número 500 desde la restauración de la pena de muerte en ese estado de los Estados Unidos en 1962.
Kimberly McCarthy, de 52 años, fue ejecutada en la tarde del miércoles, hora local, en la penitenciaría de Huntsville, al sur de Dallas, mediante inyección letal. Se trata además de la primera mujer ejecutada desde 2010.
McCarthy, drogodependiente en el momento del crimen y de raza negra, fue condenada a muerte por el asesinato en 1997 a puñaladas de su vecina, la profesora universitaria Dorothy Booth, de 71 años, para robarle.
La apelación, presentada el mismo miércoles ante el Tribunal Criminal de Texas fue rechazada, según indicó Maurie Levin, abogada de McCarthy.
Levin señaló al diario Dallas Morning News que "los vergonzosos errores que plagan el caso de McCarthy, como el prejuicio racial, la asesoría legal ineficaz y los tribunales sin voluntad para ejercitar una verdadera supervisión del sistema, reflejan los problemas centrales en la administración de la pena de muerte".
A la cabeza en ejecuciones
Texas se encuentra a la cabeza de las ejecuciones en EE.UU, y en 2012 acabó con la vida de diecisiete personas. En 2013 ha ejecutado a ocho personas y tiene prevista la muerte de siete reos más.
En la actualidad, el estado sureño cuenta con trescientas personas en el corredor de la muerte.
Aunque en los últimos seis años seis estados (Connecticut, Illinois, Nuevo México, Nueva York, Nueva Jersey y Maryland) la han suprimido, la pena capital se mantiene en 32 de los 50 estados del país.
En la última década se ha visto un cambio de tendencia con una reducción de las ejecuciones en Estados Unidos, donde en 2012 fueron ejecutados con la inyección letal 43 personas frente al pico de 98 muertes en 1999.