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Londres despide a Margaret Thatcher con más aplausos que abucheos

  • El funeral, al que acudieron 2.300 invitados, se ha desarrollado sin incidentes
  • Asiste la reina Isabel II y David Cameron participa en las lecturas religiosas
  • El obispo de la ciudad recuerda a Thatcher sin eludir su figura polémica
  • Así hemos contado el minuto a minuto del funeral 

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Miles de londinenses despiden a Margaret Thatcher

Los británicos, o al menos los londinenses, han despedido este miércoles a la ex primera ministra Margaret Thatcher, fallecida el 8 de abril, con más aplausos que protestas y con una muestra general de respeto.

No han faltado, no obstante, las muestras de desacuerdo con su política e incluso de alegría por su muerte. Varios manifestantes han dado la espalda al paso del féretro, han enarbolado carteles con lemas como "descansa en la vergüenza" y han abucheado al cortejo.

También ha podido verse carteles alusivos al coste del homenaje, pagado por el erario británico pese a que Margaret Thatcher fue, en vida, una adalid de los recortes del gasto público.

Funeral ceremonial

El "funeral ceremonial" (un nivel por debajo del "funeral de Estado") se ha iniciado con el traslado del féretro desde el Pacio de Westminster, donde era velado desde la tarde del martes, hasta la iglesia de San Clemente, en el Strand, donde ha recibido un homenaje de las fuerzas aéreas.

El féretro ha sido después colocado en un armón de artillería y conducido, con un desfile militar, hasta la catedral de San Pablo.

Las Fuerzas Armadas y el recuerdo de la guerra de las Malvinas han estado muy presentes. Ocho veteranos de esta guerra, librada en 1982 contra Argentina y que procuró a Maggie el apoyo popular para ganar su segundo mandato, han introducido el ataúd a hombros en el templo.

Allí esperaban, desde primera hora,  2.300 invitados. Entre ellos, los familiares más cercanos: sus hijos Carol y Mark y sus nietos Amanda y Michael. Pero también los miembros del actual Gobierno; ex primeros ministros (Gordon Brown, Tony Blair, John Major), políticos de la "era Thatcher" y representantes internacionales, como el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.

La reina Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, han hecho acto de presencia poco antes de que llegara el féretro. Se trata de la primera ocasión en que un monarca británico asiste al funeral de un primer ministro desde el de Winston Churchill en 1965.

En nombre del Gobierno español ha acudido el ministro de Exteriores, Juan Manuel García Margallo. También estaban presentes el embajador español en Londres, Federico Trillo, y la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.

La embajadora de Argentina, Alicia Castro, no ha acudido tras saber que  la familia de la fallecida había vetado la presencia de la presidenta  Cristina Fernández.

"Una de nosotros"

"Recordamos con gratitud su liderazgo de esta nación, su valor, su decisión, y su resolución de cumplir lo que creía que era mejor para el bien común (...) Su dignidad, diligencia, cortesía y su preocupación personal por el bienestar de los individuos", ha asegurado el dean de San Pablo, reverendo David Ison.

El obispo de Londres, Richard Chartres, no ha eludido hablar de la polémica que siempre envolvió la figura de la Dama de Hierro. "Pero hoy los restos de la Margaret Thatcher real yacen aquí, es una de nosotros, sujeta al destino común de todos", ha declarado. "Aquí no es el lugar ni el momento" para la discordia.

En el oficio han tomado parte el arzobispo de Canterbury, Justin Welby; la nieta de la fallecida, Amanda, y sacerdotes de las iglesias anglicana, católica, americana y metodista (a la que pertenecía la finada).

El primer ministro, David Cameron, también ha leído un extracto del Evangelio de San Juan. Fue expreso deseo de Thatcher que el primer ministro en el momento de su muerte, del partido que fuese, asistiera a su funeral.

Posteriormente, el féretro ha sido trasladado al Hospital Real de Chelsea, donde será incinerado. Las cenizas reposarán junto a las de su marido y compañero de toda la vida, Denis.

Despliegue de seguridad

Cuatro mil policías han velado por la seguridad del evento en la llamada "Operación Azul Profundo". Tal despliegue es equivalente al de los pasados Juegos Olímpicos. La tranquilidad no se ha visto alterada por ningún incidente extraño.

Según Miguel Ángel Idígoras, corresponsal de TVE en Londres, la ciudad está en situación de alerta máxima por los funerales y por la celebración del maratón este domingo, después del atentado de Boston.

"Scotland Yard y la policía metropolitana vigilarán el centro de Londres, donde más de 30.000 atletas participarán en la popular carrera", informa Idígoras.