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Viñals se contradice sobre los medios en la enfermería del Madrid Arena

  • El médico del Arena cambia su versión y dice que solo había un auxiliar
  • Las acusaciones dicen que omitió el deber de socorro a las víctimas
  • Y que no llamó al Samur ni realizó la reanimación pulmonar a los heridos
  • Cifuentes insiste en que la competencia era de la Policía Municipal

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El médico del Madrid Arena se contradice sobre los medios en la enfermería

El doctor Simón Viñals, encargado de la asistencia sanitaria junto a su hijo, Carlos Viñals, en la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, ha declarado este lunes ante el juez que instruye la causa, que solo había un auxiliar sanitario esa noche y un desfibrilador que procedía de una ambulancia de soporte vital avanzado, y no dos auxiliares y un desfibrilador de la enfermería, como había señalado en la comisión de investigación, en el Ayuntamiento de Madrid.

El facultativo ha declarado durante casi cuatro horas como imputado ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de cinco jóvenes en una avalancha humana en el Madrid Arena.

El abogado de Rocío Oña, Felipe Moreno, ha considerado, en un receso de la comparecencia, que Viñals "mintió en la comisión al asegurar que había dos enfermeras cuando hoy ha reconocido que sólo había un único auxiliar".

El facultativo ha señalado que puede ejercer perfectamente la profesión médica y que está pendiente de que su asesor fiscal le diga si tiene que tributar o no.

Por otro lado, Simón Viñals ha indicado al juez, según los letrados de las familias, que la enfermería estaba habilitada para las 7.000 personas que le comunicaron que asistirían a la fiesta aunque ha añadido que no estaba acondicionada para 20.000.

Los primeros auxilios a las víctimas

El médico del Madrid Arena ha asegurado en su declaración que aunque tres de las chicas llegaron muertas a la enfermería, se les practicó la reanimación cardiopulmonar durante 20 minutos. Además, ha asegurado que el informe del supervisor del Samur, Antonio San Juan, que afirmaba haber encontrado a tres jóvenes en parada cardiorrespiratoria sin atender es "falso".

Sin embargo, Simón Viñals -según Núñez- no llamó al Samur, no tenía la dotación de medios humanos y materiales que dijo que había en la enfermería, ni practicó una sola de las medidas que la Sociedad Española de Emergencias recomienda en caso de una reanimación cardiopulmonar.

Las acusaciones particulares del caso creen que los doctores Simón y Carlos Viñals, encargados de la asistencia médica en la fiesta, no solo cometieron negligencia profesional si no también omitieron el deber de socorro.

El letrado de la familia Langdon ha indicado que las sociedades española, europea y americana de emergencias aconsejan que la reanimación cardiopulmonar se aplique como mínimo durante treinta minutos y hasta 45 minutos, mientras que el doctor Viñals no la aplicó ni ocho minutos.

"La actuación del equipo médico ha sido lo peor que ha podido ocurrir en el Madrid Arena", ha manifestado Núñez, quien ha resaltado que este lunes van a acreditar que "en esa enfermería no había absolutamente nada".

Viñals no estaba habilitado para ejercer

Tras apuntar que es difícil que un doctor de 77 años pueda practicar él solo una reanimación cardiopulmonar, Moreno ha expresado su confianza en esclarecer qué trato se dio a las víctimas y si les prestó asistencia o no.

Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, que ejerce la acusación popular en el caso, ha recalcado que el doctor Simón Viñals no estaba habilitado por el Colegio Oficial de Médicos para ejercer el día de los hechos y no tenía ni los medios personales ni materiales adecuados para el evento donde fallecieron cinco jóvenes.

La abogada de Manos Limpias Virginia López Negrete ha afirmado que hay varios testigos que indican que en los momentos en los que tenía que estar en la enfermería Simón Viñals estaba en la zona VIP tomando copas con el promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores.

López Negrete ha opinado que es increíble que un médico honorífico, que no puede ejercer la profesión, lo haga y que, en lugar de poner los medios necesarios para la asistencia médica, en la enfermería solo hubiera una camilla y un aparato para el oxígeno.

"Si los medios médicos y la actitud del señor Viñals hubieran sido diferentes, probablemente no se hubieran producido algunas de las muertes", ha manifestado López Negrete.

Cifuentes señala que era competencia de Policía Municipal

El sindicato Manos Limpias prevé solicitar al juez Eduardo López Palop que declare como testigo algún responsable de la Delegación de Gobierno en Madrid para que aclare por qué no hubo ningún efectivo de la Policía Nacional desplegado durante la celebración de la fiesta de Halloween en el Madrid Arena, en el que murieron cinco jóvenes en una avalancha.

Así lo ha señalado a Europa Press el presidente de esta asociación, Miguel Bernard, en los pasillos de los Juzgados de Plaza de Castilla, donde esta mañana declarará el médico Simón Viñals como responsable sanitario de la macrofiesta. El juez interrogará a su hijo el 7 de junio después de aplazar este lunes su declaración.

"Algún responsable de la Delegación tiene que aclarar por qué no hubo efectivos. La Delegación de Gobierno debía haber estado, junto con la Policía Municipal. Hay un protocolo que así lo establece y no hubo nadie", ha aseverado Bernard.

Esta petición la realiza después de que el departamento que dirige Cristina Cifuentes haya remitido, según publica este lunes El País, al juez López Palop la orden de servicio de la Jefatura Superior de la Polocía para la macrofiesta mortal, que preveía controlar y supervisar la seguridad del evento.

En este sentido, la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha insistido en que la competencia de la seguridad del recinto Madrid Arena correspondía a la Policía Municipal, al tratarse de un edificio propiedad del Ayuntamiento de Madid. Por eso, ha señalado, que la Policía Nacional se limitó a vigilar el exterior del edificio por si se producía alguna alteración del orden público.

Cifuentes se ha desmarcado así de las informaciones que apuntan a que la Policía Nacional estaba al frente de la seguridad del recinto Madrid Arena la noche de Halloween y que la Delegación del Gobierno remitió al juzgado la orden de servicio la noche de la tragedia.