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Del Valle no recurrirá al Constitucional tras su condena por abusar y asesinar a Mari Luz Cortés

  • Su abogado considera que el recurso no tendría viabilidad jurídica
  • No descarta otras opciones para recurrir la sentencia
  • El asesinato y abuso sexual se produjó en 2008

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Santiago del Valle, condenado a 22 años de cárcel por abusar sexualmente y asesinar a la niña Mari Luz Cortés en enero de 2008, no recurrirá al Tribunal Constitucional la condena impuesta por la Audiencia Provincial de Huelva, ratificada por el Tribunal Supremo.

Pese a que en un primer momento su abogado, Juan López Rueda, confirmó que, por mandato de su cliente, presentaría un recurso de casación ante el Constitucional, este miércoles ha explicado a Efe que ha desistido de esta intención porque "examinada a fondo la sentencia no es posible fundamentar la especial trascendencia del mismo".

El abogado consideraba que existían fundamentos para presentar el recurso en el que iba a incidir en la vulneración del principio constitucional de presunción de inocencia y en el quebrantamiento de forma que se produjo, a su entender, durante el juicio, al no admitirse pruebas que podrían haber puesto en entredicho la participación de su cliente en los hechos.

"No sería admitido a trámite"

Sin embargo, ha apuntado que el artículo 49 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional exige una acreditación de lo que se exige, que, una vez revisada la sentencia "no se puede lograr" por lo que el recurso "no sería admitido a trámite", de ahí que se haya decidido no presentarlo.

El letrado ha precisado que a pesar de haber descartado esta vía se están buscando otras fórmulas, que no ha precisado, para que se revise una sentencia con la que Del Valle no está de acuerdo porque siempre ha mantenido su inocencia.

Con esta actuación Santiago del Valle se desmarca de su hermana, Rosa del Valle, que nada más conocerse la sentencia del Supremo optó por acatarla ante la posibilidad de que un nuevo juicio pudiera incrementar su condena de nueve años de prisión como cómplice del asesinato, que ocurrió en enero de 2008; algo que no preocupa al máximo responsable.