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"Opositar me da la oportunidad de tener un empleo estable, tengo que pagar la hipoteca"

  • Julián Fernández está ante su última oportunidad de ser Policía Nacional
  • El Gobierno anunció la no reposición de vacantes públicas
  • Las academias han bajado su número de matriculaciones

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El profesor Santiago Amaya imparte clases a los opositores a Policía Nacional.
El profesor Santiago Amaya imparte clases a los opositores a Policía Nacional.

"Tengo que pagar una hipoteca, así que si no logro una de las plazas tendré que buscar en la empresa privada y de no encontrar de lo mío, habrá que buscar de cualquier cosa", asegura David Rodríguez, opositor a Justicia.

Esta es la cara de los opositores que se enfrentan a la medida anunciada por el Gobierno de no cubrir las vacantes de empleo, a excepción de Sanidad, Educación y los Cuerpos de Seguridad del Estado, donde se cubrirá una de cada diez plazas.

La crisis que se desató en 2008 hizo aumentar el número de opositores. Ante la inestabilidad de la empresa privada, muchas personas se decantaron por el empleo público como salida laboral.

La falta de exactitud en cuanto al número de plazas de empleo público que se ofertarán en 2012, también repercute en los centros donde se preparan estos estudiantes, que han visto bajar el número de matrículas.

David está ante su última oportunidad de lograr un puesto estable de trabajo como funcionario del Estado los próximos días 19 y 26 de febrero y el 11 de marzo cuando se examinará de Gestión, Auxilio y Tramitación, dos días antes de su 28 cumpleaños.

Ante su última oportunidad

Las plazas para Auxilio convocadas en toda España ascienden a 383 y el número de candidatos se dispara a los 66.809. Las posibilidades de aprobar y no obtener una plaza son muy elevadas, cada ofertada cuenta con 175 candidatos.

"En 2011 me quedé en el paro, antes he estado trabajando de interino en la Audiencia Provincial de Madrid, pero los recortes me dejaron en la calle. Estoy en la bolsa y espero que aún puedan llamarme", señala David.

Estoy en la bolsa y espero que aún puedan llamarme

La biblioteca es el escenario habitual de este opositor a los tres grupos de Justicia. David dedica casi todo el día a preparar los exámenes que en algo más de mes y medio decidirán su futuro.

Además de estudiar por su cuenta, asiste dos veces en semana a una academia para tratar en profundidad el temario de los exámenes. Es uno de los más jóvenes de su clase, ya que la media ronda los 35 años.

Las excepciones que confirman la regla

Sanidad, Educación y los Cuerpos de Seguridad del Estado son la excepción del anuncio del Gobierno de no reponer vacantes públicas. A pesar de no ser un dato demasiado alentador para los opositores, deja abierta la puerta a obtener un puesto de trabajo fijo.

Julián Fernández está dentro de ese grupo de opositores que esperan las convocatorias para los Cuerpos de Seguridad del Estado de 2012. Tiene 33 años, hace uno que está en el paro y desde septiembre se está preparando a conciencia para lograr una de las plazas para ejercer de Policía Nacional en la escala básica.

Antes de pasar a formar parte de los cerca de 5 millones de parados que hay en España, Julián llevaba trabajando en la misma empresa 14 años.

"Nunca pensé que me quedaría en paro. Opositar a policía me da la oportunidad de tener un empleo estable, tengo una hipoteca y hay que pagarla todos los meses", destaca el aspirante a policía.

Nunca pensé que me quedaría en paro

Para este opositor no existe margen de error, a la espera de que salga la convocatoria para 2012, prepara en la academia las pruebas teóricas durante seis horas a la semana, más dos extras de preparación para los exámenes físicos.

Esa seguridad en el trabajo es uno de los puntos fuertes por lo que estos opositores deciden emplear todo su tiempo y esfuerzo a preparar el examen de acceso; algo que bien sabe Nicolás Aparicio, el director de la academia Abalar.

Incertidumbre en cuanto al número de vacantes

La falta de precisión del Gobierno en cuanto al número de puestos que se cubrirán en 2012 para aquellos sectores en los que se seguirán cubriendo vacantes, ha tenido su repercusión directa en estos centros.

Esta academia, que prepara a los futuros componentes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, ha visto disminuido su número de alumnos ante la falta de previsiones de las plazas a cubrir.

Han pasado de tener cuatro grupos a una clase de unos 25 alumnos. Aunque en enero y febrero esperan que el número de matrículas aumente a la espera de que se concrete el número exacto de plazas para Policía Nacional escala básica y ejecutiva, así como las de Guardia Civil.

"Todavía no sabemos nada, hasta que salga la convocatoria. Esperamos que hayan más plazas que en 2011, no hay suficientes policías y Guardias Civiles para cubrir todos los servicios", ha recalcado el director de la academia.

No hay suficientes policías y Guardias Civiles

El descenso de las plazas desde que comenzó la crisis en 2008 ha sido espectacular. De las 5.000 de ese mismo año, hasta las 153 del pasado 2011. En tres años han desaparecido 4.847 puestos.

La falta de vacantes y la fuerte crisis económica que atraviesa el país ha cambiado el perfil del opositor a Policía Nacional. Ahora llegan más preparados y con un nivel de estudios superior, como asegura Santiago Amaya, profesor de las clases teóricas e inspector de policía desde hace más de 40 años.

"Hay alumnos que tienen diplomaturas y licenciaturas, que compaginan el examen de las básicas con las ejecutivas. Ahora hay muchísimas menos plazas y la competencia es mucho mayor. En general, la gente que viene está mucho más preparada que hace unos años".

La competencia es mucho mayor

Sanidad y Educación son los otros dos grupos en los que se repondrán una de cada diez vacantes, pero hay una gran peculiaridad respecto a los Cuerpos de Seguridad del Estado.

Tanto en Sanidad como en Educación las plazas que queden libres pueden suplirse con interinidades, mientras que en la Policía Nacional y la Guardia Civil eso no es una opción.

Ser de los mejores no te asegura un puesto de trabajo

Vanesa Gallego es diplomada en Fisioterapia y en Enfermería. En ambas carreras logró ser la tercera y la segunda mejor de su promoción, pero la crisis no hace distinciones.

"En 2006 acabé la carrera de fisioterapia y en 2008 me presenté a las oposiciones, las aprobé pero no logré una plaza fija, por lo que decidí comenzar en enfermería donde veía más futuro", resalta esta joven de 26 años.

Aprobé las oposiciones y me quedé sin plaza

Esta enfermera extremeña tenía la intención de preparar las oposiciones de enfermería, pero la convocatoria está congelada y no sabe si sacarán plazas. Vanesa cree que ha terminado la carrera en el peor año que podía hacerlo.

"Ahora trabajo como fisioterapia cubriendo una baja por embarazo. Enfermería está muy mal, no salen plazas y tampoco están reponiendo las bajas a corto plazo ni las vacaciones", ha dicho Vanesa.

La solución para trabajar como enfermara pasa por entrar en la sanidad privada o por emigrar a Alemania o Inglaterra, donde hay una gran demanda de personal sanitario cualificado.

"Las condiciones de lo privado son muy precarias y lo de marcharme fuera de España no lo contemplo, de momento, más que nada por los idiomas. Mientras vaya teniendo trabajo prefiero seguir aquí", ha destacado la fisioterapeuta.

Lo de marcharme fuera de España no lo contemplo, de momento

La educación es otro de los pilares básicos del Estado, pero la incertidumbre de los opositores de magisterio no es inferior a la de otros ámbitos.

Cada dos años se convocan oposiciones de Magisterio en todas las Comunidades Autónomas, de hecho, ya están las de 2011, que no han estado exentas de polémica, algo que bien sabe Rosario Galán.

Esta opositora a Magisterio se alarmó cuando en febrero de 2011 se anunció la congelación de la convocatoria. Tras varios meses de dudas, se acabó por descongelar definitivamente.

"Los que nos hemos licenciado en los años de la crisis tenemos las cosas muy difíciles. Si tienes la suerte de haber nacido diez años antes, ahora estás trabajando aunque tengas menos nota que una persona más joven", ha destacado la chica de 25 años.

Nos hemos licenciado en los años de la crisis

Charo alterna el trabajo por las mañanas en un negocio familiar, con las horas de estudio por la tarde para lograr una de las 150 plazas a las que opta como profesora de primaria, aunque es muy consciente de la dificultad.

"Nadie de mi promoción ha logrado un puesto en la educación pública. Tengo compañeros que han sacado un 9’7 en la oposición y todavía no han recibido ninguna llamada para trabajar, esto es la pescadilla que se muerde la cola", ha finalizado Rosario.

La sensación de lograr un empleo estable y público para todos estos opositores debe ser similar a la que tuvieron los habitantes de Grañén el pasado 22 de diciembre, cuando les tocó el Gordo de la Navidad.