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La SGAE propone elevar en un 154% los socios con derecho a voto

  • Se ha propuesto eliminar la figura del presidente del consejo de dirección
  • Según Antón Reixa, se trata de acabar con un sistema "oscuro y viciado"

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La comisión de reforma electoral de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) ha propuesto aumentar el número de socios con derecho a voto de los 8.220 actuales a 20.881, lo que supone un 154 por ciento más.

Esta es una de las propuestas presentadas este miércoles en rueda de prensa por tres representantes de esta comisión, que fue elegida para modificar el sistema electoral de la entidad de gestión a raíz de la crisis vivida por la investigación judicial que se inició tras la detención de varios de sus exdirigentes.

La comisión ha propuesto también eliminar la figura del presidente del consejo de dirección de la SGAE,  cargo que ocupó en los últimos años Eduardo Bautista, uno de los imputados en la investigación judicial por un supuesto desvío de fondos en empresas vinculadas a la SGAE.

Al eliminarse este cargo, el puesto será asumido por el presidente electo de la nueva Junta Directiva. Antonio Onetti, Antón Rexa y Manuel Marvizón han explicado hoy las  principales conclusiones de su propuesta y han defendido la "escrupulosa  limpieza" de este sistema. La comisión ha realizado también un  llamamiento al Ministerio de Cultura, como "regulador" de la entidad,  para que colabore en el proceso de refundación y que las elecciones se  celebren en el plazo previsto. El Ministerio debe ser "sensible" a  la voluntad "unánime" de la SGAE y a su proceso "imparable" de  refundación, han asegurado los miembros de la Comisión, que han pedido  que no les metan "palos en las ruedas".

Voto social

Una de las principales  conclusiones es la creación de la figura del voto social, al que tendrán  derecho todos los socios autores que hayan conseguido una recaudación  igual o superior al salario mínimo interprofesional, es decir, 650  euros, en los últimos cuatro años. Así, aunque se mantiene el voto  ponderado (número variable de votos por socio en función de su  recaudación), el número de votantes se ampliará sustancialmente al bajar  el límite a partir del cual se tiene derecho a ello. Para diseñar  el sistema electoral, la comisión ha tenido en cuenta un dato  relevante, como es que aproximadamente el 50 por ciento de los socios no  ha generado nunca derechos de autor o lo ha hecho una sola vez, así  como el hecho de que las principales entidades de gestión en Europa  cuentan con voto ponderado.

Además del mínimo de 650 euros en 4 años requerido para los socios autores (cifra que no alcanza más del 46 por ciento de los miembros de la SGAE), la propuesta fija para editores y herederos una recaudación igual o superior a cuatro veces el salario mínimo interprofesional. Con la reforma, según han explicado, se consigue también una desconcentración de votos, (de 8,45 a 4,67 por socio) y se pasa de un sistema exclusivamente mayoritario a uno proporcional que garantizará la presencia de minorías en la Junta Directiva.

La comisión electoral encargada de tutelar y vigilar el proceso electoral será independiente y estará integrada por dos reputados juristas (uno de ellos notario) y un representante del Ministerio de Cultura, si así lo acepta. La eliminación de los avales y del voto delegado, la redistribución por colegios de los 39 miembros de la Junta directiva, y la limitación a un máximo de dos mandatos (8 años) la presidencia de la Junta directiva son otras de las novedades de la propuesta. Se trata, ha dicho Antón Reixa, de acabar con un sistema "oscuro, viciado y pintoresco" y avanzar en el proceso de refundación de la sociedad de editores