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Esperanza Aguirre y su marido salen ilesos tras una colisión múltiple en Gijón

  • Se dirigían a la plaza de toros de la ciudad
  • Su coche impactó contra el de delante, cuyos ocupantes resultaron heridos
  • Salió ilesa de accidente de helicóptero y atentados de Bombay

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y su marido se vieron implicados este jueves en un accidente por alcance en la ronda sur de Gijón de la que salieron ilesos, si bien su coche sufrió importantes desperfectos.

Contrariamente a lo que había trascendido en un primer momento, fueron solo dos los vehículos implicados en el accidente, que tuvo lugar sobre las 18.00 horas. Uno de ellos, un Volkswagen Passat en el que viajaba Esperanza Aguirre junto a su marido, Fernando Ramírez de Haro, alcanzó al vehículo que iba delante, que se había detenido, y chocó con él.

El coche en el que viajaba Aguirre chocó contra el que iba delante

El accidente de tráfico en el que se vio implicada este jueves la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, fue debido a la "intensidad del tráfico", según ha informado la Policía Local de Gijón. "No hubo nada raro, sólo una colisión por alcance", han explicado, por su parte, fuentes del Ayuntamiento a Europa Press.

Los ocupantes de otro turismo sí que tuvieron que recibir asistencia sanitaria y, según informa el diario El Comercio, aunque su estado no revestía gravedad fueron trasladados al Hospital de Cabueñes.

Salió por su propio pie

El suceso se produjo en la salida 385, de la A-8, en dirección a la rotonda de Viñao, en un tramo con limitación de velocidad a 60 kilómetros por hora. Como consecuencia del impacto, resultaron con lesiones, en principio de carácter leve, dos de los ocupantes del primer vehículo, ambos evacuados al Hospital de Cabueñes. Se les ha colocado un collarín.

Aguirre fue recogida por otro vehículo que la llevó a los toros

El coche de Esperanza Aguirre fue retirado por una grúa de asistencia. Ella y su marido resultaron ilesos. La Policía elaboró el correspondiente atestado sobre lo ocurrido. Efectivos de la Guardia Civil también acudieron al lugar del accidente en un primer momento, aunque abandonaron posteriormente el lugar al supervisar lo ocurrido y ser demarcación local.

El diario asturiano El Comercio cuenta que el coche que "más daños sufrió" fue el de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, aunque ella "pudo salir por su propio pie" y fue recogida por otro vehículo, que le trasladó a la plaza de toros.

Otros accidentes

La dirigente 'popular' también salió ilesa en 2005 del accidente de helicóptero que tuvo lugar en Móstoles (Madrid), en el que también se vio implicado Mariano Rajoy, y de la cadena de atentados que tuvo lugar en Bombay en noviembre de 2008. El accidente, del que se cumplirán seis años dentro de unos meses, se produjo mientras Rajoy y Aguirre visitaban la unidad Bescam de Móstoles. Tras el despegue, el helicóptero se vino abajo desde una altura de diez metros resultando ilesos todos los ocupantes salvo Mariano Rajoy, que sufrió la luxación de un dedo y la rotura de otro.

Desde entonces, los ocupantes del helicóptero se suelen reunir para cenar cada 1 de diciembre y así poder celebrar lo que, en diversas ocasiones, han calificado como su "segundo cumpleaños".

Años después, en 2008, la presidenta madrileña y la delegación se vio sorprendida por el tiroteo en el interior del Hotel Oberoy de Bombay, que fue desalojado, y fue evacuada fuera del recinto.

La presidenta se encontraba de visita en el estado indio de Karnataka, para conocer el campus de Infosys Tecnologies, una de las multinacionales de la informática líder en el mundo, entre otras actividades.

"Sólo cuando oí claramente una ráfaga de metralleta pude prestar atención a lo que estaba ocurriendo, porque hasta entonces yo estaba manteniendo una conversación de gran dramatismo con el alcalde de Majadahonda", explicó unos días la presidenta.

En medio de una "ensalada de tiros", la presidenta y el alcalde se tiraron al suelo de la recepción del hotel e intentaron salir como pudieron. "Llevaba alpargatas pegadas al tobillo, se me salió una y la llevé colgando, así que me descalcé. El personal del hotel gritaba mucho y actuaba sin protocolo de actuación para casos como éste", recordó entonces.

Con cuidado, consiguieron llegar hasta un salón de bodas en el que había 200 personas y, desde allí, establecieron contacto con la parte de la delegación con la que habían llegado al hotel y que había logrado encontrar refugio en un malecón próximo a las instalaciones. La conversación se resumió en pocas palabras: había que escapar porque el hall del hotel estaba en llamas.

"Buscamos la entrada de la cocina, porque los terroristas estaban en la entrada. Pisé bastantes charcos de sangre que estaba limpiando el personal del hotel. No sabíamos que había habido víctimas ni nada", agregó.

Había que escapar porque el hall del hotel estaba en llamas

Aguirre y sus acompañantes consiguieron llegar a la calle con esfuerzo y se subieron al coche que los había conducido desde el aeropuerto hasta el Oberoi, y gracias al cual pudieron abandonar la zona de conflicto. En el trayecto al aeródromo, se pusieron en contacto con la gente resguardada en el malecón para explicarle que habían conseguido huir. Ellos dijeron que la policía no les dejaba moverse del cordón policial.

Para la presidenta, el peor momento fue la huída hacia el aeropuerto, ya que un inmenso atasco provocado por la explosión de una bomba en la terminal doméstica les impidió llegar al aeródromo con rapidez.

"Pensé que nos quedábamos atrapados allí y vaya usted a saber si explota otra bomba, otro bombazo. No estábamos libres de peligro, pero menos mal que el conductor logró sacarnos por otros caminos y llevarnos al aeropuerto", rememoró entonces.

La dirigente regional hizo su entrada un día después en la sede del Gobierno regional en medio de una gran expectación. Sin haber dormido apenas, menos arreglada de lo habitual, con la misma ropa que vestía el día anterior y con un jersey verde manzana atado al cuello; Aguirre intercambió gestos de complicidad con los suyos, a los que pidió disculpas por su atuendo, ya que, al haber perdido sus alpargatas en la huída, llevaba cubiertos los pies con unos calentadores plateados que había conseguido en el avión bajo los que portaba unos zapatos de tacón blancos modelo 'peep toe', algo que fue muy comentado entre la prensa.