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Pasan a disposición judicial 9 militares salvadoreños acusados de la matanza de jesuitas

  • Uno de los seis sacerdotes asesinados, el español Ignacio Ellacuría
  • También mataron a dos mujeres
  • El múltiple crimen sucedió en la época del conficto armado

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El Ministerio de Defensa de El Salvador ha puesto a disposición de la Justicia civil a nueve de los 20 militares por el asesinato en 1989 de seis jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, y dos mujeres, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, según ha anunciado el Gobierno. La captura la había ordenado el juez de la Audiencia Nacional de España Eloy Velasco el pasado 30 de mayo.

A primera hora de este lunes "el Ministerio de Defensa ha puesto a la orden del Juez Décimo Segundo de Paz a nueve militares retirados que son requeridos por la INTERPOL, para los procesos legales correspondientes", ha informado la Casa Presidencial en un comunicado.

Agrega que los nueve militares "se presentaron voluntariamente" a la Brigada Especial de Seguridad Militar, en San Salvador, tras conocer que la Policía Nacional Civil se "disponía a aplicar la Difusión Roja" (orden de captura) de la Policía Internacional a petición del juez de la Audiencia Nacional española.

Los nueve militares, en situación de retiro, entregados a la Justicia son: los generales Rafael Humberto Larios y Juan Rafael Bustillo; Francisco Helena Fuentes, Juan Orlando Zepeda y Mariano Amaya Grimaldi, ha detallado. Además, José Ricardo Espinoza Guerra, Gonzalo Guevara Cerritos, Antonio Ramiro Ávalos Vargas y Tomás Zárpate Castillo, indica la nota oficial.

Los hechos

La orden internacional de captura por el asesinato de los sacerdotes jesuitas en 1989 incluía a René Emilio Ponce, quien falleció el pasado 2 de mayo.

La masacre sucedió el 16 de noviembre de 1989, cuando miembros del Batallón Atlacatl irrumpieron en la Universidad Centroamericana (UCA) y mataron a los jesuitas españoles Ignacio Ellacuría, Segundo Montes e Ignacio Martín-Baró.

También asesinaron a los sacerdotes españoles Armando López y Juan Ramón Moreno, y el salvadoreño Joaquín López, así como a la trabajadora de la UCA, Elba Julia Ramos y a su hija Celina, de 16 años.

El múltiple crimen sucedió en la época del conflicto armado (1980-1992) en El Salvador, que dejó alrededor de 75.000 muertos.