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Humala asume la presidencia con el reto de unir a los peruanos y garantizar la inclusión social

  • Ha nombrado un gabinete de Gobierno más moderado de lo esperado
  • Deberá compaginar el crecimiento económico con la transformación prometida

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Humala asumirá la presidencia con el reto de unir a los peruanos

El presidente electo de Perú, Ollanta Humala,  tomará posesión este jueves y estrenará un gabinete más moderado de lo esperado con el que pretende afrontar el reto de compaginar la "gran transformación social" prometida en campaña con el esquema económico que labró con éxito su antecesor, Alan García.

El militar retirado, que perdió las elecciones de 2006 cuando fue  apoyado por el presidente venezolano Hugo Chávez, ha experimentado una  dramática transformación política que le acerca más a Lula da Silva que al presidente venezolano, según analistas citados por Reuters.

Humala parece muy consciente de que los ajustados resultados de su victoria en las presidenciales no son un cheque en blanco, ya que mientras en zonas del interior del país logró el apoyo de más del 70% de la población, en Lima perdió y se quedó con solo un 42% de los votos. Su principal objetivo es lograr una gran "inclusión social" y su primer paso ha sido la sorpresiva formación del Gobierno.

Gabinete sin radicales

El pasado martes, el presidente electo sorprendió a los inversores extranjeros con el nombramiento de un Ejecutivo más moderado de lo esperado. En él incluía a dos economistas adorados por Wall Street para dirigir el ministerio de Economía y el Banco Central, Luis Miguel Castilla y Julio Velarde y dejaba casi fuera a sus partidarios más posicionados a la izquierda.

Entre los nombramientos, también destaca el de la nueva ministra de Cultura, Susana Baca, la conocida cantante e investigadora de la música afroperuana.

Por otro lado, la designación del izquierdista Rafael Roncagliolo como  ministro de Exteriores lanza una señal de cambio en las labores  diplomáticas, sobre las que Humala ha subrayado su intención de mantener  buenas relaciones con todos los vecinos sin tener en cuenta el  componente ideológico, informa Efe.

La reacción internacional a este mensaje de Humala ha sido positiva. A pocas horas para la toma de posesión, la agencia Fitch ha anunciado en Nueva York que ratificaba la calificación de la deuda de Perú en moneda extranjera en grado de inversión, y mantenía un panorama positivo destacando las políticas "prudentes, la estabilidad macroeconómica" en el país, rico en recursos naturales.

“La gran transformación”

El mayor reto de Humala es realizar "la gran transformación del país" que prometió en campaña sin dañar el crecimiento económico, duda que mantiene a los peruanos entre la esperanza y el temor.

Frente a las ansias de cambio que manifiesta buena parte de la población del país, especialmente en el interior agrario e indígena, y sobre las que Humala ha construido su proyecto político desde su primera postulación en 2006, la apretada segunda vuelta obligó al próximo mandatario a prometer que mantendría las líneas económicas de la última década.

El crecimiento medio anual de la economía de Perú es de un 7% con un máximo histórico de  10% en 2008. La inflación se sitúa entre las bajas de Latinoamérica y las reservas peruanas se han triplicado hasta 46.000 millones de dólares (31.815 millones de euros), es decir, el 30% del Producto Interior Bruto (PIB) en el último quinquenio, según informa Europa Press.

No obstante, Humala ha aclarado que modificará algunas de las estrategias puestas en marcha por su antecesor para dar un enfoque más social a su gobierno y evitar que los sectores indígenas continúen protagonizando colosales protestas y bloqueos de carretera para exigir respeto a su territorialidad.

A la ceremonia de investidura este jueves está prevista la asistencia de una decena de jefes de estado o de gobierno, entre ellos el príncipe Felipe de Borbón, que la víspera ya se ha reunido en Lima con Humala.