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La batalla por Logroño centra la lucha electoral en La Rioja

  • El PP podría conseguir recuperar el Ayuntamiento, perdido en 2007
  • Las encuestas apuntan que Sanz renovaría al frente del Gobierno regional
  • Consulta las biografías de los candidatos de La Rioja

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Se acerca el 22-M y en La Rioja todo apunta a que el PP, con Pedro Sanz al frente, reforzará su liderazgo en el Gobierno de la región. Sanz, el barón del PP que más tiempo lleva al frente de un gobierno autonómico, arrebató el poder al PSOE en 1995 y los sondeos indican que continuará ostentándolo al menos cuatro años más.

Según los datos de la última encuesta del CIS, el PSOE perdería dos escaños en el Parlamento riojano, mientras que el Partido Riojano se mantendría con los dos parlamentarios actuales.

Así, el PP riojano revalidaría y aumentaría su mayoría absoluta en la Cámara, pasando de 17 parlamentarios a 19, mientras que el PSOE de 14 se quedaría en 12.

Según otra encuesta realizada por Sigma Dos para el diario El Mundo en abril de este año, el PP se sitúa a más de 18 puntos del PSOE y conseguiría 20 de los 33 diputados del Parlamento regional, tres más que en la pasada legislatura.

Los socialistas, liderados por Francisco Martínez Aldama, perderían un diputado y se quedarían con 13 y los regionalistas del Partido Riojano, con Miguel González de Legarra al frente, en la mejor de las situaciones, conseguirían uno de los dos representantes parlamentarios que tienen actualmente.

No se espera, a juzgar por las encuestas, que formaciones como Izquierda Unida, Los Verdes o UPyD consigan representación parlamentaria.

Pedro Sanz es el político mejor valorado en la región (es el único que consigue el aprobado de los tres cabezas de lista de las formaciones con representación parlamentaria) y el más conocido por sus conciudadanos, según el sondeo.

El reto de los populares en las próximas elecciones será recuperar Logroño, cuya alcaldía perdieron hace cuatro años a manos del pacto entre PSOE y Partido Riojano, y los datos de la encuesta indican que tienen muchas opciones de conseguirlo.

Es de esperar, así, que aunque todavía queda un año para celebrar las elecciones generales, el malestar generado por la situación económica y política nacional, influya en los resultados de este 22 de mayo y castigue al PSOE, que hace cuatro años recortó dos puntos al PP en porcentaje de voto.

La batalla de Logroño

En el caso de La Rioja es prácticamente imposible separar las elecciones autonómicas de las municipales. En primer lugar, porque la mitad de los riojanos vive en la capital y en segundo lugar porque, mientras que el Gobierno autonómico es popular, el Ayuntamiento lo gestiona el PSOE. El conflicto está servido.

El PP gobernó en Logroño durante 12 años (desde 1995) y en las elecciones municipales de 2007 un pacto entre los socialistas y los regionalistas propició el cambio político. Desde entonces, el Ayuntamiento ha acusado en múltiples ocasiones de "abandono" al Gobierno regional y los populares se han esforzado en desgastar al PSOE y tratar de recuperar la hegemonía en la comunidad autónoma.

Según las últimas encuestas, el desplome socialista no tendrá tanta repercusión en la capital. Sin embargo, sus socios del Partido Riojano retrocederían 1,5 puntos después de su decisión de última hora de incluir en sus filas a Julio Revuelta, ex alcalde del PP y adversario político para muchos de sus votantes.

La transformación de la capital

Precisamente uno de los ejes de la precampaña y de la lucha política en estos últimos cuatro años tiene mucho que ver con la capital riojana y con sus infraestructuras.

En 2002 se aprobó un plan para soterrar las vías del ferrocarril a su paso por Logroño y construir en esa zona parques, urbanizaciones y una estación intermodal. La obra está en marcha desde 2004, aunque de momento lo único que es una realidad es el soterramiento de las vías y la lucha se concentra en qué debe pagar quién.

Durante la precampaña, unos y otros se han comprometido a fomentar la cofinanciación región-ayuntamiento, pero la realidad es que hasta la fecha sólo el consistorio ha aportado dos de los 242 millones de euros necesarios para completar el proyecto.

La corrupción amenaza también a La Rioja

La lucha política tiene como protagonista también la corrupción. Socialistas y regionalistas han basado en acusaciones de corrupción muchos de sus ataques contra el Gobierno autonómico.

En el punto de mira se encuentran el consejero de Hacienda, Juan José Muñoz Ortega, al que el PSOE pide investigar por presuntas adjudicaciones irregulares; y la vicerpresidenta regional, Aranzazu Vallejo, a quien el Partido Riojano acusa de estafa y explotación de viñedos ilegales.

A finales de marzo de 2011, el Juzgado de Instrucción nº 2 de Calahorra admitió a trámite la demanda del Partido Riojano contra la vicepresidenta, Aranzazu Vallejo por conocer y permitir la existencia de viñedos ilegales (con uvas uera de la Denominación de Origen) en tierras de su familia que, según los regionalistas puede haberle reportado a la vicepresidenta un beneficio ilícito de más de un millón de euros.

Hace justo un año,  el Supremo dictó una sentencia en firme que ordenaba a la familia de Vallejo a arrancar cinco hectáreas de viñedo ilegal de su propiedad en la localidad de Alfaro.

Por otro lado, en el denominado 'caso Muñoz', los socialistas quieren investigar los supuestos negocios del consejero relacionados con dos empresas fotovoltaicas y la venta de acciones de una de ellas a nombre de su esposa. Además, en las últimas semanas, el PSOE ha denunciado al Gobierno regional por dar presuntamente más de 3.600.000 de euros a una empresa que no tiene las cuentas al día ni paga el impuesto de sociedades.

El PSOE ha pedido hasta la fecha dos comisiones de investigación del PP (que no han sido aprobadas en el Parlamento), un debate con el presidente de la comunidad, una comparecencia del mismo en la Cámara y dos comparecencias del consejero de Hacienda, algo que hasta la fecha no ha ocurrido.

La ¿crisis? del vino

Precisamente el vino, su producción y su venta, es uno de los motores económicos de La Rioja y en estos momentos suscita preocupación por la crisis económica global que ha derivado en una crisis de consumo y de ventas.

No obstante, los caldos riojanos no serán por el momento motivo de lucha política si se atiende a los últimos datos publicados por Nielsen. El peso de los rioja en el mercado nacional estaba muy por encima del resto de vinos con Denominación de Origen, pero en 2010 su ventaja ha sido aún mayor: de cada 100 botellas de vino vendidas en España, 38,7 son un rioja.

Además, el Consejo Regulador ha dado a la cosecha de 2010 la calificación de "excelente", algo que el vino riojano no conseguía desde hace cinco años. Así, por el momento y a pesar de la crisis general, los políticos podrán dejar la lucha por la gestión del vino a un lado durante la campaña electoral.