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Condenan a un año de prisión a una madre por agredir a una profesora

  • Sería la primera sentencia que considera autoridad a un profesor en Madrid
  • La madre deberá además abonar 120 euros por una falta de lesiones
  • La profesora agredida anima a sus compañeros a denunciar los ataques

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Un año de prisión como autora de un delito de atentado a la autoridad y 120 euros de multa por una falta de lesiones es la condena impuesta una madre que agredió a la profesora de su hija en 2008.

La sentencia ha sido dictada por el titular del Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid y sería la primera en la que se considera al profesor como una autoridad en la Comunidad de Madrid.

En este sentido la Consejería de Educación madrileña ha comentado a RTVE.es que deberá estudiar la sentencia antes de confirmar que es primera de este tipo.

No obstante, la profesora agredida P.H.V. afirma que esta resolución, que reconoce la gravedad del hecho de agredir a un docente, es pionera en la comunidad madrileña.

"Estoy feliz, me siento realmente contenta de que se nos considere una autoridad" afirma P.H.V. a RTVE.es

"Ojalá esta sentencia siente precedente y que los padres reconozcan al fin, que por muy mal que les caigamos, no tienen ningún derecho a pegar a un profesor" comenta esperanzada.

Intentó estrangularla

Su calvario comenzó en febrero de 2008, cuando estando embarazada de pocos meses la madre de una alumna la agredió brutalmente. Tras insultarla porque la niña no se había comido un sandwich, la madre de su alumna la arrinconó y trató de estrangularla.

Afortunadamente, "siempre conté con el apoyo de mis compañeros y los padres de los alumnos" comenta y añade que gracias a ello la niña fue trasladada a otro centro.

En junio de 2010 la Asamblea de Madrid aprobó una ley por la que los profesores eran reconocidos como autoridad y que ha posibilitado este cambio en la tipificación jurídica y el reconocimiento de la autoridad del docente.

"Queremos venir a trabajar sin miedo"

P.H.V. fue agredida en el colegio 'Giner de los Ríos' de Madrid "situado en una zona de especial desempeño" sin embargo, según esta profesora, esto no debe ser ninguna excusa.

"Los padres deben saber lo que, educativamente, opinamos de sus hijos y esto muchas veces no lo hacemos porque tenemos miedo", asegura a RTVE.es

"El profesor ya no puede decir nada. Los padres creen que tú tienes la culpa de que su hijo no trabaje y eso nos obliga a trabajar bajo una presión", afirma.

"Cada palabra, cada acción, cada cosa que decimos, lo hacemos de forma muy medida" manifiesta. "Y eso no puede ser así. Los profesores trabajamos por vocación y tenemos el derecho a decir a los padres los que vemos en sus hijos y no cohibirnos por miedo" declara con contundencia.

Asimismo, asegura que "es muy triste tener que hablar de valantía porque antes se hablaba y se razonaba" pero asegura que ante una agresión hay que "afrontarlo y denunciarlo".