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Juanjo Ballesta, héroe nacional de la taquilla

  • El actor madirleño estrena Bruc, el desafío, una película de alto presupuesto
  • Desvela que el rodaje fue duro, con problemas físicos y heridos incluidos

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Juanjo Ballesta es el tamborilero del Bruch.
Juanjo Ballesta es el tamborilero del Bruch.

Juanjo Ballesta sigue siendo un chico de Parla, aunque viva en una finca de Toledo con su pareja y su hijo. Se refleja en su llaneza, en su crudeza en el hablar, la vía directa, apasionada y sin florituras a la hora de explicar las cosas.

Este chico de barrio es el héroe de la cartelera, con papel en una película que está funcionado muy bien (Entrelobos) y otra que apunta a una buena recaudación (Bruc, el desafío, se estrena este miércoles).

Precisamente nos atiende por teléfono desde el AVE, de Madrid a Barcelona para la promoción de Bruc. Se le nota embarcado hasta las cejas en el proyecto, del que es el gran protagonista.  Interpreta al legendario tamborilero del Bruc, mito surgido de las victorias en el lugar del mismo nombre sobre las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia.

"Un héroe nacional", dice Juanjo. Nacional... de Cataluña, claro. Precisamente, uno de los puntos que más preparación requirió por su parte fue estudiar catalán, dos meses intensivos con el añadido de que, como Ballesta explica, el de su personaje tenía que ser "un catalán de pueblo, cerrado".

La preparación para el rodaje requirió también entrenamiento con caballos, coreografías de lucha de espadas. Ha sido "una película de mucho físico", algo que lejos de molestar a Ballesta, le gusta.

Donde estén los exteriores, que se quiten los platós, que son muy  aburridos

"Donde estén los exteriores, que se quiten los platós, que son muy aburridos", dice sin dudar.

Rodando a 70 grados

Y aun así, el rodaje fue duro. Como cuando la actriz protagonista, Astrid Berges-Frisbey, tuvo que ser trasladada al hospital después de que un caballo pisase a la chica y le rompiese el radio, el cúbito y la muñeca.

En muchas ocasiones, "después de cada toma, vomitaba la bilis", como cuando rodaron el incendio de su hogar: "Había mucho humo en la casa, estaba a 70 grados de temperatura".

Entró en el proyecto al ofrecerle Jordi Gasull, productor y guionista, que participase en una producción en la que "iban a gastar una millonada".

El chico de barrio está deseando tomarse unos días de descanso, para "hacer la comida, hacer la casa, mis cosas". Después llegará rodar la segunda temporada de Hispania y luego... "me encantaría ir a Estados Unidos", a hacer las Américas cinematográficas presentándose a cástings, que es el camino allí. Reconoce que todavía tiene que mejorar su inglés.

Reconoce su fortuna al haber formado parte de "las dos películas del año", en sus palabras, pero sabe que no tiene ninguna posibilidad de cara a los Goya: "Va a ganar Bardem", dice sin titubear.