Enlaces accesibilidad

La comunidad internacional se moviliza para evitar que una mujer iraní muera lapidada por adulterio

  • Sakineh Mohammad Ashtiani lleva 5 años en la cárcel y recibió 99 latigazos
  • Se le acusa de haber tenido relaciones extramatrimoniales
  • Actores y gobiernos piden que se frene una ejecución que "repugnaría al mundo"

Por

Gobiernos y grupos de derechos humanos de todo el mundo han reclamado clemencia para una mujer iraní que corre el peligro de morir lapidada por un supuesto adulterio.

La ejecución de Sakineh Mohammad Ashtiani, de 43 años, que ha pasado ya cinco años en la cárcel y ha recibido 99 latigazos, "repugnaría al mundo", ha denunciado el Gobierno británico.

Varias personalidades del mundo del espectáculo y la moda como el dramaturgo David Hare, los actores y actrices Robert Redford, Emma Thompson y Juliette Binoche, y la diseñadora Katherine Hamnett, se han sumado a una campaña internacional a favor de su liberación.

El hijo de Ashtiani, Sajad Ghadarzade, de 22 años, ha enviado una carta a las organizaciones de derechos humanos en la que niega las acusaciones de adulterio contra su madre y dice que las máximas autoridades del país han rechazado sus peticiones de clemencia.

Indignación mundial

En una carta publicada por The Times, Ghardazade se queja al responsable de Justicia de Irán, el ayatolá Sade Larijani, de no haber conseguido ser recibido en audiencia y denuncia "la falta de justicia en este país".

"Hemos viajado más de seis veces a Teherán para intentar ver a Larijani o a Ali Jamenei (líder supremo de Irán) o al presidente (Mahmud) Ahmadineyad y nos hemos dirigido a ellos más de cien veces por escrito, pero no hemos obtenido respuesta alguna", dice Ghardazade en su carta.

Según el secretario de Estado del ministerio británico de Exteriores, Alistair Burt, la lapidación "es un castigo medieval que no tiene sentido en el mundo moderno" y su empleo por el régimen iraní "demuestra un flagrante desprecio de sus compromisos en materia de derechos humanos".

El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, John Kerry, ha calificado por su parte la lapidación de "castigo bárbaro y horrible" y ha exigido a Teherán su abolición.

También han expresado su condena los ministros de Exteriores de varios países como Alemania y Canadá, además del Alto Comnisionado para los Refugiados de la ONU.

Relación "ilícita"

En mayo de 2006, Ashtiani fue declarada culpable de mantener una "relación ilícita" con dos hombres y condenada a recibir 99 latigazos, pero posteriormente fue declarada culpable de "relación extramatrimonial" y condenada a morir por lapidación.

Sakineh Mohammadi Ashtiani se ha retractado de la "confesión" que hizo durante su interrogatorio alegando que había sido coaccionada para hacerla.

Dos de los cinco jueces del tribunal la declararon inocente, señalando que ya había sufrido una condena de flagelación y que consideraban que no se había presentado la prueba necesaria del adulterio en la causa contra ella.

Sin embargo, los otros tres, incluido el presidente del tribunal, la declararon culpable basándose en el "conocimiento del juez", un principio de la legislación iraní que permite a los jueces adoptar una decisión subjetiva y posiblemente arbitraria en relación con la culpabilidad del acusado, aún en ausencia de pruebas claras o concluyentes.

El Tribunal Supremo confirmó la condena de muerte el 27 de mayo de 2007. Su indulto pende de la decisión de la Comisión de Amnistía e Indulto, que ya se lo ha negado dos veces. Según Amnistía Internacional, la ejecución de la mujer podría ser "inmediata".