Enlaces accesibilidad

El cine español anima el Festival de Valladolid en su recta final

  • Félix Sabroso y Dunia Ayaso han presentado, La isla interior
  • Los protagonistas son Geraldine Chaplin y Candela Peña
  • Dorothée van den Berghe ha presentado My queen Karo
  • Y Mia Hansen-Love Le père de mes enfants

Por
El cine español anima el Festival de Valladolid en su recta final

El cine español, con la proyección hoy del drama La isla interior, del tándem formado por Félix Sabroso y Dunia Ayaso, ha reanimado en su tramo final a la sección oficial de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que ayer ya ofreció un serio aviso con Goran Paskaljevic y su Honeymoons.

El Festival de Valladolid, donde hace días público y crítica han situado en buen lugar a Le Hérisson -ópera prima de la francesa Mona Achache-, ha completado hoy su penúltima jornada a concurso con My queen Karo, de la belga Dorothée van den Berghe, y Le père de mes enfants, de la también francesa Mia Hansen-Love.

Una cálida acogida ha recibido la proyección de La isla interior, la primera aproximación en el drama del veterano dúo Sabroso y Ayaso, una historia de naufragios y fracasos personales, con la esquizofrenia y el control familiar como telón de fondo.

Un reparto de lujo

Geraldine Chaplin, Candela Peña, Cristina Marcos, Alberto San Juan y Celso Bugallo protagonizan el reparto de una película que refleja el frágil e inestable equilibrio de una familia afectada por brotes esquizofrénicos, y estructurada en torno a la férrea figura de un padre maltratador y abusador de sus hijas.

Félix Sabroso se ha apresurado a matizar en una rueda de prensa que la esquizofrenia 'no es el tema central de la película', última de las españolas a competición dentro del Festival de Valladolid, sino que tan sólo acusa un 'valor simbólico'.

El sexto largometraje de Sabroso y Ayaso habla de personajes 'que no han conseguido cambiar debido a la presión y carga de la familia, que en ocasiones dificulta el dibujo de tu propia vida, madurez y objetivos'.

Eso le ocurre a los tres hermanos del clan: Martín (Alberto San Juan), un profesor de literatura que anhela vivir de las letras en París; Coral (Candela Peña), vulnerable ante la ausencia de afecto; y Gracia (Cristina Marcos), una actriz que a duras pena logra distinguir entre la ficción de la teleserie en la que participa y la realidad de su frustrada vida.

My Queen Caro

Por su parte, la directora belga Dorothée van den Berghe ha presentado con My queen Karo una historia ambientada en una comuna hippie del Amsterdam de la década de 1970, donde una niña va descubriendo el mundo y la particular filosofía de las personas que le rodean.

La película muestra este tipo de vida basado en la libertad total y el amor libre desde la perspectiva de Karo, una niña de diez años que intenta asimilar todo el torrente de circunstancias, ideas y descubrimientos que aterrizan en su vida.

My Queen Karo es una mezcla de experiencias propias de la infancia en Amsterdam de la cineasta belga, de los sucesos que acaecieron en la vida de sus amigos y de los asuntos 'universales' que tenían lugar en estas comunas hippies, ha explicado Van den Bergue en una rueda de prensa posterior al pase de la película.

Los problemas entre un padre firme defensor del amor libre y una madre posesiva, el descubrimiento del amor o el conocimiento de las causas que defendían los partidarios de la ocupación en Amsterdam son algunas de las situaciones ante las que se encuentra la niña -encarnada por Anna Franziska Jaeger-.

Le père de mes enfants

Por último, la joven y novel realizadora francesa Mia Hansen-Love se ha presentado en Valladolid con Le père de mes enfants, el segundo largometraje de su corta carrera, centrado en la figura de un productor cinematográfico que no puede controlar la ruina de su productora a pesar de ser un hombre respetado, considerado y al parecer de éxito.

El actor Louis-Do de Lencquesaing es el protagonista de ese filme cuyo guión ha firmado la propia Mia Hansen-Love, ex colaboradora de la prestigiosa revista cinematográfica 'Cahiers du Cinema' y considerada por la crítica como uno de los valores más prometedores del cine francés.

Gregoire, el personaje central, no puede reconducir la progresiva ruina de su productora cinematográfica, pese a lo cual no ceja en su empeño hasta ver la cruda realidad y tomar una inesperada decisión