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El alcalde de Sant Boi culpa del accidente a "un viento huracanado excepcional"

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El alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, ha dicho que la instalación del campo de béisbol "estaba en perfecto estado" y ha asegurado que el problema se ha debido a "un viento huracanado excepcional", por lo que no descarta que se haya formado un tornado en el momento del accidente.

Bosch ha presidido esta tarde un pleno excepcional del Ayuntamiento que ha decretado tres días de duelo como muestra de solidaridad con las familias de las víctimas.

El alcalde de Sant Boi ha explicado posteriormente en una rueda de prensa que "ningún técnico municipal ni ningún usuario de la instalación había apuntado nunca deficiencias en las instalaciones" y ha destacado que era un equipamiento "relativamente nuevo y que fue remodelado con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992".

Un viento huracanado

Bosch ha dicho que "todo apunta a que ha sido un viento huracanado de más de 100 kilómetros por hora lo que ha provocado que el techo se levantara", un techo del que ha dicho que "no era de uralita corriente; estaba bien hecho".

El alcalde ha destacado que "hemos encargado un estudio a los equipos técnicos para detallar que ha pasado esta mañana".

La fuerza excepcional del viento es la principal causa del accidente, según Bosch, "aunque testigos presenciales han explicado que minutos antes se ha levantado una gran polvareda y ha comenzado ha soplar un fuerte viento, por lo que no descartamos que haya habido un pequeño tornado o huracán".

Se mantiene el dispositivo de emergencia

Bosch ha apuntado que el Ayuntamiento mantendrá activado el dispositivo de emergencia en la ciudad por fuerte viento, aunque ha dicho que ha comenzado a remitir, y ha subrayado que "un equipo de psicólogos continuará atendiendo a las familias de las víctimas mientras lo necesiten".

El alcalde ha puesto a disposición de las familias un equipamiento municipal para celebrar un funeral conjunto "aunque la despedida se hará como las familias quieran. Estamos a su entera disposición".

Respecto al estado de los heridos, el alcalde ha explicado que nueve personas continúan ingresadas: seis niños están ingresados en el Hospital Sant Joan de Déu de Esplugues y uno en el Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona, en estado muy grave. Dos adultos, monitores, también están ingresados, en el Hospital del Mar y en el Hospital de Bellvitge.