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El Gordo corta las Ramblas en Barcelona

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Juan Fernández, un joven barcelonés de 18 años, agraciado con 300.000 euros, tras cumplir la promesa de raparse el pelo con el 32.365, el Gordo del sorteo de Navidad.
Juan Fernández, un joven barcelonés de 18 años, agraciado con 300.000 euros, tras cumplir la promesa de raparse el pelo con el 32.365, el Gordo del sorteo de Navidad.

Un número, el 32.365, ha obligado a cortar el tráfico en las Ramblas de Barcelona. La causa: la administración 35 de esta popular vía del corazón de la ciudad ha vendido 128 series de este "bonito" número, el gordo del sorteo de Navidad, que ha dejado una lluvia de 384 millones de euros.

Como es ya habitual, frente a la administración afortunada se han congregado decenas de periodistas, centenares de curiosos pero pocos agraciados por el 32.365, entre ellos un jovencísimo cocinero de Bangladesh, Hamal Said, de 18 años, que con una sonrisa imborrable, explicaba que había comprado dos décimos de este número, uno para él y otro para su amigo Halim, en total 600.000 euros.

Hamal, que lleva tres años y medio en Barcelona, donde vive con su tío, ha podido adelantar, medio arrinconado por los micrófonos ante a la puerta de la administración, que su primer objetivo será comprar un restaurante, aunque todavía no se había puesto en contacto con su madre y su hermano, que están en Bangladesh.

Se rapa el pelo con el 32.365

También exultante estaba Juan Fernández, un joven barcelonés, también de 18 años, agraciado con 300.000 euros, y que ha cumplido la promesa que le hizo a su amigo: raparse el pelo con el 32.365 si le tocaba el gordo. Así, con el número inscrito en la cabeza, se ha presentado ante los periodistas.

"Dije que si me tocaba el gordo me rapaba y me he rapado. La peluquera ha flipado cuando se lo he pedido y me ha preguntado si le iba a pagar más, le he dicho que cuando cobre, porque ahora no tengo un duro", ha afirmado nervioso y entre risas este joven que está en el paro y que vive con su madre.

"Ahora me voy a comprar un piso, un coche y le voy a poner unas llantas que la gente va a flipar", ha asegurado este amante del tunning que no parecía muy dispuesto a guardar en el banco nada de lo que la voluble fortuna ha puesto en sus manos.

Más representantes de bancos que premiados

Precisamente, entre las personas presentes en este punto de las Ramblas había muchos representantes de entidades de ahorro que rápidamente se han acercado a buscar nuevos clientes y ofrecerles buenos intereses. 

Antonio Vallés, jefe de zona de Caixa Penedés, entidad que tiene una oficina junto a la administración agraciada, ha señalado que una hora después de cantarse el premio ya sabían que una treintena de sus clientes llevaban al menos un décimo del 32.365, y algunos dos o tres décimos.

La encargada de la administración Isabel Moliner ha llevado la voz cantante a la hora de atender a los medios de comunicación que le obligaban a contestar una y otra vez a las mismas preguntas: que si se había vendido muy repartido, que si era un número abonado del establecimiento, que si habían vendido alguna vez el Gordo, que si ella se había quedado algún número..., y así con una cantinela que parecía un villancico.

Isabel ha repetido hasta la saciedad que todo se había vendido en ventanilla, tanto entre los vecinos de las Ramblas y el Raval -conocido también como el Chino- como entre los miles de turistas que pasan cada día por esta vía y que aprovechan para buscar algo de suerte, sobre todo muchos grupos de jubilados.