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La oposición mexicana ocupa el Senado para exigir un debate nacional de la reforma petrolera

  • En la calle protestaban a la vez dos millares de manifestantes contra el plan del Ejecutivo

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Senadores y diputados mexicanos de la oposición de izquierda en México han ocupado las tribunas del Senado y de la Cámara de Diputados para impedir la discusión parlamentaria de la reforma energética propuesta el martes por el Ejecutivo y exigir la apertura de un debate nacional.

El senador Ricardo Monreal, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ha subido junto con otros 15 senadores a la tribuna y ha afirmado que éste es el inicio "de la resistencia civil pacífica" de la oposición contra el proyecto, mientras dos millares de manifestantes protestaban afuera de la cámara alta.

La reforma del gobierno busca dar a la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) mayor autonomía y flexibilidad para contratar obras y proyectos con empresas privadas.

Los partidos de izquierda se oponen a este proyecto porque consideran que es el primer paso para la privatización de la industria petrolera de México, nacionalizada hace 70 años, aunque el presidente, Felipe Calderón, haya negado esa posibilidad.

En sesión ordinaria el pleno del Senado, donde debe discutirse primero la reforma, ha turnado a la Comisión de Energía el estudio de la reforma petrolera. No obstante, cuando se debatía en el pleno la autorización para que Calderón participe en la próxima Cumbre de Líderes de América del Norte, que se celebrará en Nueva Orleans (EEUU), los senadores de la oposición subieron a la tribuna principal y a través de Monreal han anunciado que no se moverán de ese lugar.

Monreal es senador del PRD, formación que encabeza el movimiento Frente Amplio Progresista (FAP), integrado además por Convergencia y el Partido del Trabajo (PT).

Senado "clausurado"

"Estamos en este momento en la peor crisis de la historia del país, por este intento de saquear los recursos de nuestra nación", ha asegurado el legislador, mientras diputados opositores subían también a la tribuna de la Cámara de Diputados, que cubrieron con una inmensa pancarta con la leyenda "Clausurado".

Además, Monreal ha acusado al oficialista Partido de Acción Nacional (PAN) de querer "impunemente entregar al extranjero y a los dueños del capital el recurso (petróleo) de todos los mexicanos".

Entretanto, alrededor de 1.800 mujeres, según cálculos de la policía de la capital mexicana, se manifestaron a unos cincuenta metros de la sede del Senado, que estaba fuertemente custodiado por la policía.

Estas mujeres, bautizadas como "adelitas", son seguidores del líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien encabeza el FAP y que en 2006 se proclamó "presidente legítimo" tras perder las elecciones de ese año por un supuesto fraude que no fue demostrado.