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Diez preguntas sobre el mal de las 'vacas locas'

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¿Qué es la encefalopatía espongiforme bovina (EEB)?

Se trata de una enfermedad degenerativa y mortal que afecta al sistema nervioso central del gamnado adulto cuyo periodo de incubación es de 4 o 5 años. Los síntomas sólo se aprecian cuando la enfermedad se encuentra en un estado muy avanzado.

¿Cuál es su causa?

No se sabe con exactitud, pero la teoría científica más extendida es que se creó al alimentar al ganado con restos humanos en Reino Unido. Este país importó cientos de miles de toneladas de huesos enteros y pulverizados y de partes de cadáveres desde el sur de Asia en los años 60 y 70 para hacer fertilizantes y harinas de hueso.

¿Cómo se desarrolla la enfermedad?

Una vez producido el contagio, aparecen los primeros priones -un tipo de proteína infecciosa- en el instestino delgado y las amígdalas. De ahí salta al sistema nervioso central en la fase crónica de la enfermedad, provocando la muerte celular de células nerviosas en el cerebro y la médula espinal. Análisis producidos tras la muerte del paciente demuestran que los priones dejan al tejido nervioso con el aspecto similar a una esponja.

¿Puede contagiarse a los humanos?

Sí, los humanos puede contagiarse al ingerir carne de ganado infectado. La variante humana de esta enfermedad se llama mal de Creutzfeldt-Jakob, que tiene síntomas parecidos a la enfermedad en el ganado.

¿Puede diagnosticarse a tiempo?

No existe un método para detectar los priones en fases tempranas. En cuanto a la fase terminal, se ha desarrollado como método experimental la inoculación parenterak de tejido encefálico en ratones. El problema de la aplicación de esta tácnica es que el periodo mínimo que hay que esperar para la incubación es de 300 días. Por este motivo, todos los casos de muertes por esta enfermedad se han conocido una vez fallecido el paciente.

¿Dónde se originó el contagio en humanos?

Como la enfermedad bovina, los primeros casos se produjeron en Reino Unido. Allí falleció la primera persona a causa de este mal en 1996. Desde entonces, se han confirmado más de 200 muertes por este mal en todo el mundo, la mayoría de ellos en las islas británicas.

¿Cómo se combatió la epidemia?

La primera muerte a causa de esta enfermedad desató una psicosis en toda Europa, provocando grandes pérdidas económicas al sector ganadero. Se calcula que desde 1997 se han sacrificado dos millones de reses tan sólo en Reino Unido. Además, se han declarado 182.507 reses enfermas de EEB en todo el mundo, la mayoría (179.441) en Gran Bretaña.

¿Cómo ha sido la incidencia en España?

España ha sido uno de los países de la Unión Europea en los que menos incidencia ha tenido esta enfermedad. Entre 2000 y 2003 se han sacrificado unas 325 reses. Hasta ahora, sólo había habido un caso confirmado de muerte por el mal de las vacas locas, ocurrido en Madrid en 2005.

¿Pueden aparecer más casos?

Teniendo en cuenta que el periodo de incubación de la enfermedad es de 4 o 5 años, aún es posible que se produzcan más muertes, que sólo serían identificables una vez hecha la autopsia del cadáver. Las autoridades sanitarias sitúan la fecha de máximo riesgo de contagio en España en torno a 2001, fecha a partir de la cual la Unión Europea impuso un sistema de detección temprana de ganado contaminado que permite identificar y aislar las reses infectadas.

¿Es posible que se produzca el contagio por otros productos derivados del ganado vacuno?

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cepillos de alambre y otras herramientas mecánicas que se utilizan para recuperar restos de carne adheridos a los huesos y a la columna vertebral del animal pueden arrancar tejido nervioso infeccioso y contaminar carne no infectada. Por este motivo, las técnicas que evitan que el tejido nervioso se mezcle con la carne recuperada  mecánicamente constituyen una medida de protección importante, sobre todo en los  países de alto riesgo.