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Fútbol

Álex y la licencia PDA, rompiendo barreras a pelotazos

  • Álex, de 11 años, fue el primer niño en recibir una licencia PDA, que le permite jugar en una categoría inferior
  • La Federación Gallega de Fútbol, apoyada por Promoesport, creó esta iniciativa integradora del deporte

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Así es Álex, el primer niño de España en recibir una licencia PDA

"Álex es un niño al que le costaba relacionarse con los demás en clase... pero llegaba el momento recreo, cogía un balón y veias que cambiaba, se ponía feliz, iba junto a todos sus compañeros. El balón de por medio es lo que le hace socializar, comunicarse con todos sin miedo". Diego Castro fue el tutor de Álex cuando llegó al colegio gallego de Montecastelo y rápidamente advirtió que el deporte le iba a ayudar mucho con su nuevo alumno.

Álex Miguez Soto, de once años, gran apasionado al fútbol, al ajedrez y a los videojuegos, tiene TDAH con trastorno del autismo y una discapacidad del 57%. Su dificultad ante los cambios es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta en su vida diaria, aunque ha encontrado una vía para avanzar: el fútbol.

"Ha habido una evolución de Álex, ha ganado confianza, aceptación con los compañeros, se ha socializado, le ha ayudado en el tema de los estudios... es un niño que en matemáticas es brillante y en esas cosas que no tenía tanta facilidad ha ayudado a que él trabaje y vaya buscando metas, siempre se ha puesto el fútbol como una motivación y como un premio a su trabajo. Eso le ha ayudado mucho", explica a RTVE Diego, actual coordinador de la Agrupación Deportiva del Montecastelo.

Sin embargo, la difícil carrera de obstáculos que es la vida del pequeño Álex se encontró con un palo en sus ruedas cuando le tocaba cambiar de categoría, como recuerda su madre, Patricia Soto: "Se acababa la temporada y los niños tenían que seguir en la misma categoria o subir y a Álex -un curso académico por debajo de su edad- le tocaba cambio de categoria en el equipo de fútbol, tenia que subir con los mayores. Entonces, el entrenador -Jorge Fortes, por entonces coordinador de la AD Montecastelo- fue a hablar, llevó los papeles que tiene Álex de la discapacidad, fue a la Federación, a Pontevedra, a Santiago... al principio le cerraron las puertas, pero siguió luchando hasta que consiguió que le concedieran una licencia especial a Álex para que siguiera con sus mismos compañeros".

La licencia PDA, pasaporte a la integración deportiva

Ese salvoconducto a la felicidad de Álex es la licencia PDA (Persona con Discapacidad Autorizada), un permiso creado en 2018 por la Real Federación Gallega de Fútbol (RFGF) que nadie había solicitado hasta ahora y que permite a los niños con características especiales jugar en una categoría inferior a la suya, previa solicitud de la familia y del club, y tras acreditarlo con un expediente médico. Sin pretenderlo, Álex se convirtió en un niño pionero en España.

"Solo es poder jugar al fútbol en un nivel en el que se adapta el nivel al niño y no el niño al nivel", apunta a RTVE Diego Batalla, secretario general de la RFGF. El ente federativo gallego puso las bases de esta licencia a raíz de una petición anterior de un jugador del Malpica que pasaba a aficionados. Aquella petición no llegó a tramitarse pero sí permitió el desarrollo de una licencia que estrenó Álex y de la que ya gozan otros tres niños más.

La promoción de esta licencia, inédita y poco conocida, es uno de los grandes pasos que quedan por hacer. Extenderla al resto de federaciones españolas y, por qué no, a otros deportes que se rijan por edades, es el reto al que se enfrenta ahora mismo la propia PDA. Y qué mejor altavoz para darlo a conocer que un futbolista de primera categoría. Buena culpa del eco conseguido por la historia de Álex la tiene uno de sus ídolos, Iago Aspas.

El jugador bandera del Celta, a través de su agencia de representación, Promoesport, apoyó la iniciativa y le dio una sorpresa inolvidable a Álex la pasada Navidad. "Fue bonito, le metí un gol a Iago Aspas, vi a Iago Aspas por primera vez en vivo y en directo, estuve muy contento. No sabía quien era al principio pero después lo reconoci porque mi hermano me lo habia dicho, jugué al futbol con mi hermano, estuvimos ahi cuatro horas, hicimos pases... y me regaló una camiseta de Iago Aspas firmada y un balón firmado", recuerda el propio Álex.

"Iago es bastante proactivo en eso y se involucró desde el primer minuto en el que se le planteó la idea", apunta Rodri Baster, fundador y director de Fútbol de Promoesport. "Nuestro granito de arena fue arrancarlo, y luego hay que ver hasta donde llegamos, porque estos proyectos sociales requieren una dedicación humana y de recursos enorme. Nosotros, que tenemos la facilidad al trabajar con muchos clientes profesionales, podemos hacerlo con la divulgación mediática que tienen estos jugadores, que es muy grande", añade.

De esta manera, la licencia PDA, un paso pequeño en la burocracia pero trascendental en la integración en el deporte base, se abre camino desde Galicia con la imagen de un niño que solo quiere divertirse con una pelota y con sus amigos. "No dejan de ser niños, no deja de ser un juego, no importa si es bueno o malo, está jugando... igual sale un Messi, igual un Cristiano Ronaldo, o igual no ¿y qué? ¿y qué? se está divirtiendo, es un niño, está jugando, ¿por qué hay que ponerle tantas trabas? ¿tanta burocracia?", reflexiona su madre, feliz por ver a su hijo feliz.