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Y el número uno, al alcance de los dedos

  • El mallorquín está a 545 puntos del suizo en la clasificación mundial de la ATP
  • Federer tendrá que defender 1.500 puntos en Cincinatty y Miami, por 155 de Nadal
  • Aunque Federer ganara el US Open, perdería el número uno si Nadal llega a la final

Por
2008 - Imparable Nadal

La progresión de Rafael Nadal no se detiene en la memorable victoria en Wimbledon ante el que es posiblemente "el mejor tenista de la historia", como el propio tenista manacorense recuerda cada vez que le vence. A sus 22 años, lleva ya tres al rebufo de Roger Federer en la clasificación mundial de la ATP, pero tras la victoria en la final del All England Tennis Club, se sitúa a sólo 545 puntos de obtener el número uno que el suizo posee desde febrero de 2004 y, lo que es más importante, en condiciones de arrebatárselo en el próximo US Open.

Al vencer al suizo en la final de Wimbledon, el número dos del mundo gana 300 puntos y arrebata otros tantos al líder de la clasificación de la ATP, que no pudo conservar su triunfo de los años anteriores. Las espadas quedan en todo lo alto, con los 6600 puntos del suizo frente a los 6055 del español. De momento, se vive una tregua, porque ambos tenistas descansarán hasta el próximo 28 de julio, cuando empezará el primer Masters Series de la gira americana, el de Toronto. Pero a partir de agosto, todo puede suceder.

"No soy el número uno del mundo, soy el segundo. Sí que es cierto que me veo en buena línea para serlo, en la mejor línea diría yo, pero hoy por hoy sigo siendo el número dos del mundo", explicó con su cautela y modestia habituales tras el triunfo en la hierba de Londres. Y haciendo cuentas, sus palabras podrían convertirse en vaticinio y consumar el asalto al trono del suizo 231 semanas después.

Batalla por los puntos en la gira americana

Desde el punto de vista de la clasificación mundial, ha pasado lo peor para el español, que en la temporada de tierra había de defender los triunfos en Montecarlo, Barcelona, Roma y Roland Garros. Sólo se dejó puntos al ser eliminado por Juan Carlos Ferrero en segunda ronda del Masters Series italiano debido a unas ampollas en el pie. Pero en la temporada americana de verano, el listón está mucho más accesible.

En el Masters canadiense, Nadal habrá de llegar hasta semifinales para defender los puntos que consiguió el año pasado y mantener la distancia con Federer. Pero, a partir de ahí, sus siguientes tests son la segunda ronda de Cincinatti y los octavos de final del Abierto de Estados Unidos -defenderá 150 puntos en este torneo-, los cuartos del Masters Series de Madrid y las semifinales de la Copa Masters de Shangai, el último torneo del año.

En este sentido, su mala temporada en las pistas el año pasado hace que tenga menos que perder e infinitamente más que ganar en comparación al desempeño de su rival.

Porque el calendario del suizo es menos favorable. Más sólido en la temporada sobre pista que su rival la pasada temporada, ha de defender la final de Toronto, el título en Cincinnati, así como el del US Open y la copa de los maestros de Shanghai.

Tiene a su favor un juego más depurado y experimentado en las pistas de cemento americanas, en las que el jugador agresivo que domina el saque y volea tiene mucho adelantado. En la final de Wimbledon, Federer logró 25 'aces' por 6 de su rival, aunque el español fue más efectivo en sus subidas a la red (22 de 31 frente a 42 de 75 del suizo).

Sin embargo, su tremenda temporada el año pasado puede pasarle una paradójica factura, puesto que habrá de defender sus triunfos en Cincinatti y en las pistas neoyorquinas de Flushing Meadows, 1.500 puntos en total. En el caso del US Open, incluso ganando la final podría perder el número uno si su rival por el título es su bestia negra de esta temporada.

Y antes de que termine la temporada y se encuentren en el Masters de Shanghai, ambos acudirán representando a sus países a los Juegos Olímpicos de Pekín, donde la medalla de oro equivale a un máximo de 400 puntos para el campeón que podrían ser determinantes.

El número uno esta temporada

Si el joven malloquín alcanza la final del Grand Slam americano y Federer no lo consiguiese o, sobre todo, si ganara la final al de Basilea, el cetro del campeón pasaría a sus manos. En ese caso, sería el tercer español en liderara la lista de la ATP desde su creación en 1973, sucediendo en el honor a Carlos Moyá (dos semanas, 1999) y Juan Carlos Ferrero (ocho semanas, 2003). Y podría ser el más joven en lograrlo, con 22 años -Ferrero lo consiguió con 23-.

Pase lo que pase, Nadal está disfrutando de la mejor temporada de su vida. Con seis torneos ganados este curso, es el tenista más laureado del año y encabeza con claridad la Carrera de Campeones (955 puntos), en la que Roger Federer ha escalado al segundo puesto (685 puntos) que ostentaba hasta ahora el serbio Novak Djokovic (649), prematuramente eliminado de Wimbledon por Marat Safin. En el palmarés del manacorense este año figuran los Masters Series de Montecarlo y Barcelona (cuatro victorias consecutivas), Hamburgo, Roland Garros (otro póquer de triunfos), Queen's y, desde este domingo, Wimbledon.

Con 29 triunfos en torneos, Nadal se ha convertido en el tenista español con más títulos en el Grand Slam, cinco: cuatro de ellos de manera consecutiva en Roland Garros y uno de Wimbledon. Es el tercer jugador que logra el doblete de Roland Garros y Wimbledon en el mismo año, tras haberlo conseguido antes el mítico australiano Rod Laver en 1969 y el sueco Bjorn Borg en tres años seguidos (1978, 1979 y 1980).

El quinto Grand Slam logrado le permite, además, romper el empate que tenía con Arantxa Sánchez Vicario y Manolo Santana. La española puede presumir de tres Roland Garros y un Open de Australia, mientras que Santana ganó dos veces en Francia, en Wimbledon hace 42 años y tiene además un Open USA. Ahora Nadal es el mejor tenista español de la historia.