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  • Los ataques a la libertad de prensa se suceden, cada semana, en Turquía
  • Este jueves, dos periodistas han sido condenados a dos años de cárcel
  • Hay cerca de 2.000 procesos abiertos contra periodistas o internautas

Los dirigentes europeos afrontan un dilema sobre el que ya han tomado posición. La gestión de la crisis de los refugiados pasa por la colaboración con Turquía, uno de los principales receptores y punto de paso de los que se dirigen a Europa. Pero los acuerdos no solo deben ser operativos, sino que la calidad de los actores debe estar acorde al baremo ético de la Unión.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha convertido por tanto en un colaborador imprescindible para Europa, pero cuya política de censura a la prensa choca con los valores de libertad de expresión reconocidos en el ámbito europeo. Cuenta además, el interés particular de la potente Alemania, ahogada por la presión migratoria. Angela Merkel, enfrentada, incluso, a sus ministros de Justicia y Exteriores, ha desempolvado un anacrónico delito por "injurias a un mandatario extranjero" para procesar a Jan Böhmermann, un presentador de la televisión alemana que, de cuando en cuando, se burla del "califa" turco. Ebrú Umar, una columnista holandesa de origen turco que estaba en su casa de Kusadasi, tuvo que salir de madrugada. Detenida.

Polémica en Bulgaria tras la difusión de varios vídeos en los que se ve cómo miembros de una milicia nacionalista, autodenominada "caza-inmigrantes", detiene ilegalmente a un grupo de refugiados.

"Volved a Turquía. Ahora", les increpan a estos afganos, tumbados con las manos atadas a la espalda, que intentaban cruzar la frontera desde Turquía. El Gobierno bulgaro ha criticado estas detenciones ilegales y la Fiscalía ha abierto una investigación. En este caso, llevaron a los inmigrantes a la policía, y se encuentran bien

La Unión Europea ha retomado este viernes la devolución de migrantes y refugiados hacia Turquía, suspendida desde el pasado lunesUn barco con 45 inmigrantes deportados desde la isla griega de Lesbos a Turquía, dentro del acuerdo con la Unión Europea, ha llegado esta mañana al puerto turco de Dikili, mientras se espera otro buque procedente de las islas de Kos y Leros.

El ferry de Lesbos atracó poco después de las 07.00 GMT en el muelle de Dikili, un municipio en la provincia de Esmirna, y desembarcó a 45 personas de nacionalidad paquistaní, según informa la cadena turca NTV. Algunos activistas se han lanzado al agua para tratar de impedir la expulsión de 124 personas.

En su intervención, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera ha calificado de "parche" el acuerdo de la UE con Turquía para regular el flujo de refugiados durante la sesión en la que el Gobierno en funciones ha explicado dicho acuerdo. "Europa tiene que asumir a pesar de este parche que vivir en el lugar donde vivimos es ser solidario con quienes huyen de las bombas (...) los derechos humanos no se externalizan, se garantizan".

Rivera ha pedido a Rajoy una respuesta "valiente y conjunta" pero sin bajar el listón. "Le pido más coraje, valentía, compromiso con los derechos humanos en Europa (...) No vale asumir cuotas y no llevarlas a cabo, no podemos tener el compromiso de acoger a 16.000 refugiados en España, que digo yo que con 47 millones de españoles somos capaces de asumir, pero es que sólo hay 20 personas".

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado este miércoles en el Congreso que el acuerdo de la UE con Turquía para regular el flujo de refugiados es "una vergüenza que vulnera las obligaciones de Europa con la legislación y los derechos humanos".

En la comparecencia del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, en el Congreso, Iglesias ha acusado al Ejecutivo de "faltar el respeto a la soberanía de nuestro pueblo".

"La impresión que tengo - ha afirmado el líder de Podemos - es que han ido a Europa a exportar la peor imagen de la marca España, el modelo de devoluciones en caliente vergonzoso".