El rey emérito reclama 50.000 euros al expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla por unas declaraciones en las que le acusó de corrupción y que considera injuriosas. Desde Zarzuela dicen que se trata de una iniciativa personal del padre del rey y que no les ha consultado.
Como paso previo a la demanda, emplazan a Revilla a un acto de conciliación en los juzgados de Santander. Juan Carlos I le pide que rectifique y una indemnización por daños morales que de serle abordados donará a Cáritas.