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Concluye el juicio político a la presidente suspendida de Brasil, Dilma Rousseff. Su destino lo deciden definitivamente este miércoles los votos de la cámara formada por 81 senadores. Dos terceras partes favorables a su destitución serán suficientes para sacarla del Gobierno. Este proceso supone un punto de inflexión en la singladura del Partido de los Trabajadores (PT), el partido de Dilma, que desde 2003 a los mandos de Lula da Silva gobierna en el país latinoamericano. Desde entonces, han sido 13 años de mandato socialista que muchos han considerado como la más importante experiencia de la izquierda democrática en América Latina tras el sangriento golpe de Estado que, en 1973, acabó con la vida y el Gobierno de Salvador Allende y con la "vía chilena al socialismo" y la "revolución de la empanada y el vino".

Si los votos de este miércoles desalojan al PT, tomará el mando el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que encabeza Michel Temer, aún presidente interino de Brasil. Volverá a gobernar sin nunca haber ganado las elecciones si el Senado aprueba la destitución de Dilma Rousseff. Pese a que jamás ha logrado pasar por la criba de las urnas en unas elecciones presidenciales, el PMDB es la mayor fuerza política del país, tiene las primeras minorías en las cámaras de Diputados y del Senado y el mayor número de gobernadores y alcaldes del país.

Achmad al Mahdi al Faqi, alias "Abu Turab" y primer acusado de crímenes de guerra por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (Mali), se ha declarado culpable ante la Corte Penal Internacional (CPI) en el juicio que ha comenzado este lunes.

Entre los monumentos que Al Mahdi, presunto integrante del movimiento terrorista Ansar al Din, habría destruido o ayudado a destruir en 2012 figuran nueve mausoleos y la mezquita y madraza de Sidi Yahya,  del siglo XV, en la mítica Tombuctú.

"Con gran pesar debo presentar mi culpabilidad. Todos los cargos que se me imputan son precisos y correctos", ha señalado en una declaración el acusado, quien ha asegurado que siente un "gran dolor" por los hechos cometidos y pidió perdón a la población de Mali y a la comunidad internaciona

La líder del movimiento feminista Femen, Laura Alcázar, ha declarado este martes en el juicio por irrumpir semidesnuda en una marcha "provida" el 17 de noviembre de 2013 en Madrid que los manifestantes 'provida' las golpearon con paraguas, las zarandearon y las rociaron con espray.

Así lo ha señalado en la vista oral que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid por la causa abierta a Alcázar y a otras cuatro activistas de Femen, detenidas en 2013 por exhibicionismo en una manifestación antiabortista en la que proclamaron mensajes favorables al aborto con sus torsos desnudos.

"En ningún momento agredíamos ni a las personas allí presentes ni a la Policía.  Queríamos protegernos a nosotras mismas porque fuimos atacadas", ha explicado Alcázar al juez.