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Tailandia es un país desconsolado que despide a su rey, entre el silencio y el llanto. Un país que se arrodilla ante el soberano y que castiga con cárcel de, entre 3 y 15 años, las críticas o insultos contra la familia real. Un país que guardará luto oficial durante un año por la muerte de Bhumibol Adul-yadej de 88 años. El monarca que más tiempo ha estado en el trono de la historia de su país y en el mundo: 70 años. El único rey que han conocido la mayoría de los tailandeses y al que veneraban casi como a un dios. Las cadenas de televisión emiten, en blanco y negro, sobre todo documentales sobre la vida del fallecido. Lo mismo que los periódicos. Los tailandeses también han ido a trabajar, de negro, en señal de luto por el soberano al que consideran el hombre que supo unificar Tailandia. Durante las siete décadas en las que reinó, el rey Bhumibol conoció 19 Constituciones y vivió 19 golpes de estado. El último, hace dos años cuando el actual Primer Ministro, Prayut Chan-ocha, se hizo con el poder. Acostumbrados a los vaivenes políticos, los tailandeses miran ahora con recelo al principe heredero de 64 años. Desde que fue nombrado sucesor al trono, su vida ha estado envuelta en escándalos amorosos y excentricidades. Las élites del país no creen que el futuro rey sepa ganarse el amor y el respeto de su pueblo ni vaya a tener ese aura de semidios que tuvo su padre.

Al menos 17 alumnas han muerto y varias más están desaparecidas en un incendio en un dormitorio de una escuela privada en el norte de Tailandia, informaron hoy fuentes policiales.
"El incendio ocurrió en un dormitorio de la escuela situada en el distrito de Vingpapao, en la provincia de Chiang Rai. Las causa del incendio están siendo investigadas", dijo la policía de Vingpatao en un comunicado.
Los equipos de rescate buscan a varios desaparecidos en este suceso, en el que también resultaron heridas otras cinco niñas.
El fuego se declaró hacia las once de la noche en uno de los dormitorios situados en un edificio de dos plantas.
Imágenes publicadas en el portal de Facebook de la Policía muestran a los bomberos entrando al edificio por la ventana de la segunda planta con la ayuda escaleras y evacuando a algunas de las niñas heridas.
La escuela acoge a alumnas de entre 5 y 9 años de varias comunidades indígenas que habitan en esta zona montañosa del norte del país, según indicó la prensa local.
Las minorías indígenas son uno de los colectivos más empobrecidos del país y con más dificultades de acceso a servicios públicos como educación y salud.