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La hermana del rey tailandés, la princesa Ubolratana Rajakanya Sirivadhana Barnavadi, se ha disculpado por tratar de presentarse a primera ministra con el partido opositor Thai Raksa en las elecciones de marzo. El anuncio de su candidatura la semana pasada enfadó al rey, que mediante un comunicado se limitó a condenar las intenciones de su hermana al recordar que la Corona debe mantenerse al margen de la política. El partido ha comenzado su disolución este miércoles por orden de la realeza.

Les contamos ahora la historia de una joven saudí que huyó de su país. Se encerró en un hotel en el aeropuerto de Bangkok para evitar su deportación. Denuncia amenazas de muerte de su propia familia por abandonar el Islam. Las autoridades tailandesas han dicho que por ahora puede quedarse en el país. Está libre y bajo la protección de la agencia de refugiados de la ONU.

La operación de rescate de los doce niños y su entrenador de fútbol atrapados en la cueva semi-inundada de Tham Luang (Tailandia) -desde el pasado 23 de junio- concluía con éxito el martes. Para el operativo, las autoridades tailandesas movilizaban a cerca de un millar de personas, incluido un equipo de rescate internacional con participación española. Tres días ha durado la compleja extracción a través de tres kilómetros de laberínticas galerías, que tuvo que acelerarse debido a la previsión de lluvias y la posible inundación total de la gruta. Para comprender esas labores de rescate, dos equipos de ‘Informe semanal’ -uno sobre el terreno y otro desde España- reconstruyen esta historia con final feliz. Participan Francisco Ruiz Taboada, subdirector General de Protección Civil y Emergencias; Inés García Fungairiño, instructora ZOEA y bióloga; y Juan Pablo Camblor, director de ZOEA e instructor de submarinismo y buceo científico.

Un día después del "milagroso" rescate de los 12 niños tailandeses y su entrenador que permanecieron más de dos semanas en la cueva, Tham Luang comienzan a trascender detalles de la complejísima operación de rescate. Dada la dificultad de la extracción, que se llevó a cabo por estrechos y oscuros pasadizos inundados, "algunos niños salieron dormidos, otros movían los dedos como si estuvieran atontados, pero respiraban", según ha confesado en rueda de prensa el comandante Chaiyananta Peeranarong, el último buzo en abandonar la gruta.