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Starship, el cohete más potente desarrollado por SpaceX, la compañía de Elon Musk,  ha conseguido despegar en su primer vuelo de prueba, pero ha explotado en el aire poco después del lanzamiento. Para la empresa ha sido un éxito por el mero hecho de que haya podido despegar. En Las Mañanas de RNEJavier Pedreira,  conocido como ‘WICHO’, responsable de informática de los Museos Científicos Coruñeses y uno de los creadores del blog Microsiervos,  ha explicado que ha sido un éxito también que “superase la fase de máxima presión de la dinámica”, pero asegura que la plataforma “sufrió más daños de los que se esperaba” y recalca “los daños en el entorno. ” Explica que la NASA “no puede fallar” y Space X al ser una empresa privada es más ágil en el desarrollo de las cosas y “hacen las cosas más rápido y lanzan los cohetes como churros.” Y sobre la posibilidad de llevar personas a bordo, Pedreira ha asegurado que “todavía queda mucho trabajo para que pueda ocurrir.”

El primer vuelo de Starship ha estado muy lejos de los 90 minutos que estaban planificados. Eso no ha impedido que en Space X hayan celebrado, al menos, el lanzamiento del histórico cohete. Mientras en Space X reinaba una euforia desconcertante para el ojo inexperto, nave y cohete se habían desintegrado. En su trayectoria prevista, Starship debía casi completar la vuelta al mundo en hora y media y amerizar cerca de Hawaii. La realidad ha roto las expectativas.

El satélite SWOT es el primero que va a topografiar todas las aguas superficiales y oceánicas. Su misión durará tres años, en los que cubrirá el 70% del planeta recogiendo datos de ríos, lagos, embalses y mares. Cómo son, qué dinámica estacional tienen y, en el caso de los océanos, cómo absorben el calor atmosférico y el dióxido de carbono regulando naturalmente el clima.

Foto: Un cohete Falcon 9 de Space X despega desde la base Vandenberg en California (Keegan Barber/NASA/AFP)

La red Starlink que la empresa de Elon Musk, SpaceX puso en órbita hace siete días han sufrido el impacto de una tormenta geomagnética que obligó a su reingreso en la atmósfera terrestre o a iniciar ese proceso, informó la firma espacial estadounidense. "Desafortunadamente, los satélites desplegados se vieron significativamente afectados por una tormenta geomagnética el viernes", por lo que "hasta 40 de los satélites volverán a entrar o ya entraron en la atmósfera terrestre", indicó SpaceX. La salida de órbita de los satélites "presenta un riesgo de colisión cero con otros satélites" y, "por su diseño, desaparecen al volver a entrar en la atmósfera" de la Tierra, aclaró la firma en un comunicado. Por lo tanto, "ninguna parte de los satélites Starlink golpeará" en el suelo de la Tierra, lo que demuestra, subrayó la compañía, "los grandes esfuerzos que ha hecho el equipo para garantizar que el sistema esté a la vanguardia de la mitigación de desechos en órbita". SpaceX envió el pasado jueves al espacio este grupo de 49 satélites de su red Starlink para que se sumaran a una "constelación" de unos 2.000 satélites de internet de banda ancha que hasta la fecha han sido fabricados por la firma privada y luego puestos en órbita. El grupo de satélites, cada uno de ellos de más de un cuarto de tonelada de peso, viajaron dentro del carenado de un cohete Falcon 9 que despegó desde el Centro Espacial Kennedy, en la floridana Cabo Cañaveral.

La "histórica" misión Inspiration4 de la compañía privada estadounidense SpaceX, que puso por primera vez en el espacio a cuatro civiles, allanó el camino espacial para aquellos que no son astronautas profesionales. Una cápsula Dragon de la compañía de Elon Musk despegó exitosamente este miércoles desde Cabo Cañaveral (Florida) con la primera tripulación totalmente civil, compuesta de dos mujeres y dos hombres, para orbitar la Tierra durante tres días.

Esta misión de personas comunes y corrientes, pero caritativas, pues todas se sumaron a la recaudación de fondos para un hospital infantil, partió el miércoles de Florida a las 20.02 (00.02 GMT del jueves) como estaba previsto. El despegue de la cápsula se produjo en el Centro Espacial Kennedy impulsada por un cohete Falcon 9 que ya se había usado anteriormente (el B1062), también de SpaceX.

Este paso histórico para los viajes espaciales privados da continuidad a varios meses de gran actividad de la agencia espacial estadounidense NASA gracias a los cohetes y las cápsulas reutilizables de SpaceX, que reducen los costos de las nuevas misiones comerciales, que comenzaron desde 2020.

Foto: CHANDAN KHANNA / AFP.

El espectacular desarrollo tecnológico de la industria aeroespacial abre un creciente abanico de oportunidades para quienes sueñan con asomarse al abismo cósmico como simples viajeros. El veterano astronauta Michael López-Alegría, actualmente implicado en la preparación de misiones privadas al espacio, nos acompaña en un apasionante viaje hasta la última frontera de la exploración humana. Además de recordar sus cuatro estancias con la NASA en la Estación Espacial Internacional, analizamos la oferta actual de empresas como Virgin Galactic, Space X o Blue Origin, que están a punto de comenzar sus operaciones comerciales. Conocemos también el proyecto Bloon, un sistema de ascenso al límite superior de la atmósfera mediante globos estratosféricos que ha ideado la empresa española Zero 2 Infinity. Su fundador, José Mariano López Urdiales, nos describe esta sobrecogedora experiencia, que también contribuirá a democratizar el acceso al espacio. Entrados ya en el terreno de la especulación, imaginamos con la ayuda de los astrofísicos José Juan López Moreno y Olga Muñoz Gómez hipotéticos destinos lejanos para futuros turistas en ruta por el Sistema Solar.​

Histórico de emisiones: 17/10/20.