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La enviada especial de RNE a Siria Cristina Sánchez explica en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso como pudo llegar hasta el excombatiente del Daesh Abu Marian al Magrib, preso en una cárcel bajo control kurdo en el norte del país. Sánchez está acompañada por el fotoperiodista Ricardo García Vilanova, gran conocedor de la zona y del grupo terrorita tras ser secuestrado junto a tres compañeros.

En el octavo aniversario del inicio de las revueltas contra Bachar al Asad en Siria, Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso ha conseguido en exclusiva, gracias a la enviada especial a Siria, Critina Sánchez, el testimonio de un excombatiente del Daesh que se encuentra encarcelado en el norte de Siria, en una cárcel bajo control de los kurdos. Su nombre es Hisham al Arabi Maluk, aunque operaba en el Califato bajo el alias de Abu Marian al Magrib. Nació en Marruecos, cerca de la frontera con España, y ahora quiere volver a su país aunque, según ha reconocido a la enviada especial de RNE, también valoró instalarse en España. Analizamos con el jefe del área de Nacional Nicolás Caballero el reto que supone para nuestro país dar respuesta a casos como éste, de excombatientes que han vuelto o que quieren volver, y además, conectamos con los corresponsales de RNE en Reino Unido, Francia y Alemania para explicar cual es la situación al respecto en esos países europeos también muy afectados por el terrorismo.

Hace 8 años comenzaba la guerra de Siria. El triste balance, más de 310.000 muertos y 6 millones de refugiados. La enviada especial de Cristina Sánchez habla en exclusiva para Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso con un yihadista de Daesh que hace sólo unos días se ha entregado a las fuerzas kurdas. Su nombre es Hisham al Arabi Maluk, alias Abu Marian al Magrib. Nació en Marruecos, a pocos kilómetros de la frontera con España. Viajó a Siria y se integró en el Daesh. Ahora mismo, se encuentra en una cárcel del norte bajo control Kurdo.

En Siria, a punto de cumplirse ocho años del inicio de la guerra y ante la inminente derrota del Estado Islámico la población tiene pocas esperanzas en el futuro. Se lo están contando a nuestra enviada especial. Está en Kamislo, en el Kurdistán sirio, a unos centenares de kilómetros de BAGUZ, el último rincón dominado por los yihadistas. Informa la enviada especial a Siria Cristina Sánchez

Los combatientes del autodenominadoEstado Islámico se encuentran arrinconados en Baghouz, su último reducto en Siria. Mientras, el campo de desplazados de Al Hol, al noroeste del país es un mar de tiendas de campaña que acoge actualmente más de 66.000 personas en estos momentos. Solo en los últimos meses han llegado a este lugar unas 55.000 personas tras la última ofensiva contra el autodenominado Estado Islámico.

Cristina Sánchez es la enviada especial de RNE en Siria.

El Estado Islámico agoniza en Siria 5 años después de la primera ofensiva contra el grupo terrorista, parece que, ahora sí, su final está cerca. El último bastión, Baguz, está cercado. Quedan unas cuatro mil personas dentro, pero cada vez son más los que abandonan a través del corredor humanitario, que sigue abierto. Informa la corresponsal en Oriente Próximo, desde Siria Cristina Sánchez.

La ONG Human Rights Watch denuncia que más de 1.500 menores están encarcelados en Irak por supuestas acusaciones de pertenencia al autoproclamado Estado Islámico. Según la ONG, la mayoría de los niños fueron sometidos a juicios de cinco minutos, y muchos están presos simplemente por ser hijos de combatientes en el grupo yihadista, que lucha estos días por proteger Al Baghouz, su último reducto habitado en Siria.

Amnistía Internacional ha denunciado que ha habido más de 75.000 desapariciones forzosas en ocho años de guerra en Siria. Fadwa Mahdmud es una víctima colateral: lleva siete años buscando a su marido, un opositor del régimen, y a su hijo. Según denuncia, ambos fueron detenidos por los servicios de Inteligencia del régimen de Bachar al Asad en el aeropuerto de Damasco. Casi cinco millones de personas han abadonado Siria y más de siete millones se han visto obligados a desplazarse en el país, según datos de ACNUR.

El grupo terrorista Estado Islámico elabora su propaganda mucho más que Al Qaeda, según los expertos en ciberinteligencia terrorista. El EI prefiere mensajes cortos y llamativos que se difunden en Telegram, y se decanta por el castellano cada vez más para "poder llegar a un target: jóvenes de segundas y terceras generaciones en España que saben hablar árabe pero no leerlo correctamente", explica Carlos Seisdedos, responsable de Ciberinteligencia de Security Auditors.

Las milicias kurdas luchan desde el pasado viernes por el control de Al Baghouz, el último reducto habitado controlado por el Estado Islámico en SiriaEn ocho años de guerra, Damasco ha arrebatado el control de dos terceras partes del territorio al grupo yihadista, pero todavía quedan combatientes en distintas zonas del país. Uno de los territorios más conflictivo es Idlib, en la frontera con Turquía, donde el miedo a una nueva crisis de refugiados ha frenado la escalada de tensión de las últimas semanas. 

Las mujeres y niñas en tránsito afrontan mayores riesgos y ven agravadas sus necesidades médicas durante el desplazamiento.

Cuando se cumplen ocho años de la guerra en Siria, cinco millones de refugiados siguen desamparados, buscando un lugar seguro donde vivir. La mayoría están en campos de refugiados en países limítrofres como Turquía, Líbano y Jordania. Otros seis millones de sirios han tenido que desplazarse dentro del país huyendo de la guerra. El Comité Español de Ayuda al Refugiado denuncia que la Unión Europea ha incumplido reiteradamente sus compromisos de asistencia, así como el acuerdo firmado con Turquía en 2016 por el que se frenó la llegada de migrantes a las costas griegas. Ahora la ruta de entrada a Europa se ha trasladado al Mediterráneo central y a las costas españolas.

En Siriala guerra está a punto de cumplir ocho años y acumula más de 350.000 muertos, seis millones de desplazados y cinco de refuguados en lo que la ONU califica como la mayor tragedia humanitaria del siglo XXI. Iniciada al calor de la primera árabe, la represión del régimen pronto condujo a una militarización de las revueltas que también ha servido de campo de batalla para grupos yihadistas. Primero la rama regional de Al-Qaeda, después el Estado Islámico, que llevó a EE.UU. a implicarse al frente de una coalición internacional. Sin embargo, han sido las grandes potencias regionales las que han marcado el devenir del conflicto. Rusia, Irán y Hizbolá han dado un apoyo militar al régimen sirio que parece haber decantado la guerra a su favor.