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El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha reprochado a la Unión Europea su "política del avestruz" frente a la inmigración.

"Está en la agenda desde hace demasiado tiempo, desde hace por lo menos 20 años, que haya una política europea de asilo e inmigración", ha lamentado Borrell. "El úlltimo Consejo Europeo hubo un acuerdo de mínimos que evitó la ruptura, pero jugamos a la política del avestruz y a que el problema se lo trague aquel a quien le toque, sea Grecia, Italia, o nosotros", ha declarado el ministro en una entrevista en el programa Los desayunos de TVE.

Borrell ha tenido que responder a numerosas preguntas sobre Cataluña, pese a que este mismo miércoles recordaba que este asunto no era prioritario para su Ministerio.

No obstante, sí ha insistido en que "a Exteriores le toca explicar la realidad nuestro país" y contrarrestar el discurso independentista que presenta a España como un estado poco democrático. En este sentido ha enmarcado la actitud del embajador en EE.UU., Pedro Morenés, quien desmintió las palabras del presidente de la Generalitat durante un acto en Washington.

"En parte de la opinión pública, en universidades y foros mediáticos mundiales, parte de la gente expresa una cierta actitud positiva ante ese relato [independentista] - ha explicado Borrell - Y ha sido así porque no ha habido otro relato, no hemos forjado otra historia ni nos hemos presentado con el relato de la España constitucional. Es un fallo que debemos corregir y a Exteriores le toca explicar realidad nuestro país. Lo hemos empezado a hacer de manera un poco estridente pero había que hacerlo".

Sobre el traslado de los políticos catalanes presos a cárceles de Cataluña, Borrell considera que "forma parte de la normalidad del régimen penitenciario". "Una vez acabada la instrucción no hay motivos para estar lejos de sus familias. (...) ¿Por qué no se va a hacer?", se ha preguntado.

El Open Arms, buque insignia de la ONG catalana Proactiva Open Arms, ha llegado al puerto de Barcelona tras cuatro días de travesía con los 60 inmigrantes que rescató el pasado 30 de junio frente a las costas de Libia cuando iban en una patera a la deriva. A bordo de la embarcación se encuentran cinco mujeres y cinco menores de edad, tres de ellos no acompañados.

El barco ha entrado por la bocana del puerto escoltado por el otro barco de la ONG, el Astral, en el que viajan cuatro eurodiputados; el remolcador Punta Mayor de Salvamento Marítimo; y el histórico Barceloneta, que ha salido a su encuentro para acompañarle en su entrada a la capital catalana donde ya hay montado un pequeño hospital de campaña que les dispensará las primeras atenciones.

Un operativo dispuesto por el Gobierno, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cruz Roja atenderá a los inmigrantes, de 14 nacionalidades distintas, cuando desembarquen en el muelle de cruceros, después de que los médicos de Sanidad Exterior les examinen a bordo y antes de ser trasladados a los equipamientos dispuestos para acogerles.

En el puerto de Barcelona siguen los preparativos para recibir este miércoles a los 60 migrantes que viajan a bordo del barco Open Arms, después de haber sido rescatados frente a las costas de Libia.... Una residencia para deportistas será el nuevo hogar temporal de los 50 hombres rescatados. Las cinco mujeres, dos con hijos y tres solas, se alojarán en otras dependencias. De los tres menores no acompañados se encargará Atención a la Infancia de la Generalitat.

Los líderes de la Unión Europea (UE) han llegado a un acuerdo sobre inmigración que contempla la creación "voluntaria" en los Estados miembros de centros "controlados" para separar a los refugiados, con derecho a permanecer en los Veintiocho, de los inmigrantes económicos, que serán devueltos a sus países de origen.

Las conclusiones recomiendan así mismo "explorar" la creación de "plataformas de desembarco regional" en países terceros y contemplan dar más apoyo financiero para los países receptores de migrantes en el sur de Europa, entre ellos España, o de tránsito en el Norte de África, en especial Marruecos.

La voluntariedad de la creación de estos "centros controlados" así como la falta de concreción en otros aspectos, es una muestra de la dificultad de un acuerdo que intenta contentar a todos y que ha llegado tras más de trece horas de difícil negociación. Italia vetó las conclusiones sobre otros temas hasta que se llegara a algún acuerdo sobre inmigración mientras los países del Este insistían en su oposición a la reubicación y al movimiento de migrantes dentro de la UE.

Cumpliendo con su amenaza, el Gobierno italiano ha bloqueado las conclusiones de los temas acordados en la primera sesión de trabajo de Los Veintiocho durante la cumbre europea, protagonizada por la migración pero que también debate cuestiones sobre el comercio o la defensa. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha defendido en la reunión que debe aplicarse el principio de que "nada está acordado hasta que todo está acordado". El anuncio de Roma ha añadido más tensión en Bruselas, con la cancelación de las ruedas de prensa posteriores a la primera sesión del presidente del Consejo, Donald Tusk, y el de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker.

El barco de la ONG Lifeline ha llegado este miércoles por la tarde al puerto de La Veleta, tras haber recibido la autorización del Gobierno de Malta. Tras desembarcar, los 234 migrantes a bordo del buque humanitario han empezado a recibir atención médica y también se han iniciado los trabajos de identificación. Después del proceso, serán repartidos en ocho países de la UE, entre ellos España, pero solo aquellos que reúnan las condiciones para ser solicitantes de asilo. El resto podrá ser repatriado o devuelto a Libia, según ha explicado el primer ministro maltés, Joseph Muscat, mientras Italia ha celebrado que sea el segundo barco que atraca "en puerto no italiano". 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado a favor de reformar el sistema europeo de asilo (la conocida como Declaración de Dublín), aunque ha advertido que España defenderá que se haga "siempre bajo la asunción de que la inmigración irregular requiere de un tratamiento distinto al de los refugiados". En ese sentido, el líder socialista ha reiterado el compromiso de su Gobierno con la defensa de los derechos humanos y ha señalado que la clave para esa reforma estará en "alcanzar el equilibrio necesario entre responsabilidad y solidaridad". "Responsabilidad a la hora de abordar un materia que puede ser profundamente divisiva en muchos países y dañar la vigencia del poryecto europeo y solidaridad para afrontar los dramas humanos que subyacen, desde la primacía de los valores que dan soporte a la idea de Europa". (27/06/2018)