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Han pasado 45 minutos desde el choque contra un escollo, a las diez menos cuarto de la noche. "Madre mía, la que he liado", dice Schettino cuando el buque embarranca, según la transcripción de la caja negra.Miente a los pasajeros y a los guardacostas: sólo es una avería eléctrica, dice. Sólo a la compañía "Costa Cruceros" le confiesa la verdad.Sigue una conversación con el jefe de máquinas, que le informa de que todos los motores están inundados. Desesperado ante la falta de reacción del capitán, acaba gritándole: "Nos estamos hundiendo, ¿es que no lo entiende?"

Barcos mercantes y de guerra, así como cinco aviones, continúan este viernes la búsqueda de al menos 100 personas que continúan desaparecidas tras el naufragio, el jueves, de un barco con refugiados que se hundió entre la costa de Indonesia y la isla australiana de Christmas.

El ministro de Interior australiano, Jason Clare, ha declarado que 110 personas han sido rescatadas, incluyendo un niño de 13 años, además de tres cadáveres, a 200km al norte de la isla.

La primera ministra, Julia Gillard, que se encuentra en la cumbre de la ONU en Río, ha mantenido conversaciones con el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono. "En este momento los detalles no están claros pero parece claro que ha habido una importante pérdida de vidas en el mar", ha declarado. Janeiro.

Noche cerrada en el Atlántico Norte. Dos cruceros se encuentran en alta mar, en el lugar donde se hundió el Titánic. Las luces de a bordo reflejándose en las aguas y, bajo ellas, los restos del barco naufragado en una noche tan apacible como ésta, de hace cien años. En las cubiertas, los pasajeros de hoy escuchan oraciones y discursos dedicados a aquellos pasajeros del siglo pasado.

La víspera del hundimiento transcurre con normalidad a bordo del Titanic. Las condiciones atmosféricas siguen siendo buenas, aunque la temperatura ha bajado sensiblemente. La mayoría de los pasajeros prefieren pasar la jornada a cubierto, entretenidos en las múltiples actividades que ofrece el crucero. En la sala de radio los avisos de hielo se reciben cada vez con mayor frecuencia, pero el capitán mantiene el rumbo y la velocidad. Cuando, 24 horas más tarde, el vigía del Titanic aviste un gran iceberg en la trayectoria del buque, ya será demasiado tarde. En la noche del 14 al 15 de abril 1.510 personas morirán en las gélidas aguas del Atlántico (13/04/12).

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