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El capitán del crucero "Costa Concordia", Francesco Schettino, admitió hoy ante la jueza de instrucción Valeria Montesarchio que estaba al mando de la nave en el momento en el que el buque chocó contra las rocas en aguas de la isla italiana del Giglio la noche del pasado viernes.

El fiscal Francesco Verusio compareció este martes en rueda de prensa en Grosseto (centro de Italia) para informar sobre el interrogatorio a Schettino en la sede del Tribunal de esa ciudad italiana.

A medida que la investigación avanza, afloran elementos que hacen profundizan las sospechas sobre las graves responsabilidades del capitán Francesco Schettino. Hoy han salido a la luz las grabaciones de las llamadas que le hicieron durante el naufragio desde el puesto de mando en tierra.

El desconcierto tras el accidente se plasma en la conversación, cuyo sonido original se ha hecho público, entre capitanía marítima de de Livorno y el comandante de la nave, Francesco Schettino. Empieza con un requerimiento de identificación y la primera petición de que regrese a bordo. Ante la falta de respuesta y las evasivas de Schettino, el responsable de la Guardia Costera le grita: "Ahora mando yo, ¡vuelva a bordo!".

  • Diferentes factores pudieron complicar la situación del barco
  • La precisión del GPS o estar más hundido de lo pensado, entre los supuestos
  • Las preguntas, muchas, solo se podrán resolver tras la investigación oficial

El comandante del crucero 'Costa Concordia', Francesco Schettino, fingió en sus conversaciones con la Capitanía de Puertos que continuaba a bordo del buque cuando ya lo había abandonado y cuando apenas había comenzado la evacuación de pasajeros, según se desprende del diálogo que mantuvo la noche del accidente recogido por el diario Il Corriere della Sera.

Su primera conversación con la Capitanía de Puertos de la Guardia Costera se registró a las 0.32 horas del sábado, cuando, según algunos testigos, el comandante ya había abandonado el buque siniestrado. Los agentes de la Guardia Costera la preguntaron cuántos pasajeros quedaban a bordo y él respondió que habían sido evacuadas unas 4.000 personas cuando apenas había dejado el crucero unas 40.

Según publican otros diarios, como La Stampa, la evacuación se inició de hecho por un "motín" de parte del equipaje, que decidió abandonar la nave 15 minutos antes de que el capitán diera efectivamente la orden.

La empresa propietaria de Costa Cruceros ha cifrado ya en unos 70 millones de euros las pérdidas iniciales. Su aseguradora ha calculado que tendrán que hacer frente a unas reclamaciones de daños por, al menos, 10 millones de euros. Las asociaciones de consumidores informan a los afectados de que lo primero es reclamar a la agencia de viajes. Muchos de ellos apenas se han recuperado aún del susto.

Según el presidente de la naviera, la causa fue un error humano del capitán que está detenido. Dice que no respetó el reglamento al acercarse tanto a tierra lo que hizo que el crucero encallara frente a la costa de la isla de Giglio. Lo prioritario ahora es localizar a los 16 desparecidos pero las tareas de búsqueda se han suspendido por el mal tiempo en la zona y la delicada estabilidad del barco.

Familiares de Guillermo Gual, el único español fallecido en el naufragio, ya están en Italia para repatriar el cadáver. Tenía 68 años, era de Palma de Mallorca y viajaba en un grupo con varios miembros de su familia y unos amigos.

Testimonios de supervivientes al hundimiento del crucero. La primera entrevistada es María José, quien celebraba junto a sus padres las bodas de oro. La primera testigo relata que les dijeron que había sido un fallo eléctrico, pero el barco empezó a hundirse.

El segundo testimonio es el de Sabela Fernández y David, que estaban de viaje de novios. Sintieron el impacto del barco mientras cenaban, llegaron a la costa en un bote salvavidas.

"Una hora después de que empezara a escorarse el barco, ya sospechábamos que era más grave de lo que nos estaban comunicando por megafonía", se queja Alejandro Míguez, un español que estaba a bordo del buque crucero 'Costa Concordia' que encalló la noche del sábado frente a la isla de Giglio, en Italia. Para este español, el principal problema fue que no había un protocolo claro de cómo actuar en una situación como esa. "El barco estaba totalmente escorado, pero por megafonía insistían en que no pasaba nada, que era un fallo eléctrico y que la tripulación estaba haciendo todo lo posible para subsanarlo. Pero, ¿cómo iba a pasar eso por un simple fallo eléctrico", se preguntaba este turista español (16/01/12).

Uno de los dos cadáveres rescatados este domingo del interior del crucero 'Costa Concordia', naufragado el viernes en la isla de Giglio, pertenece a un español identificado como Guillermo Gual, nacido en 1943, según informa la agencia de noticias italiana Ansa. El otro cuerpo pertenece a un italiano, Giovanni Masia, nacido en 1926. La misma fuente precisa que ambos se encuentran en un hospital de Grosseto.

Los dos cuerpos sin vida han sido encontrados en la parte de la popa del crucero sumergida en las aguas del Tirreno. Con este hallazgo se eleva a cinco el número de víctimas mortales en el siniestro. Los otros tres son un peruano miembro de la tripulación y dos turistas franceses.

Gual formaba parte de un grupo de nueve españoles, casi todos familia, del que perdieron la pista cuando intentaban escapar del crucero, en el que viajaban 4.229 personas.