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En México, tres detenidos por su implicación en la masacre de Iguala confiesan que mataron y quemaron a más de 40 personas. La Fiscalía apunta a que serían los estudiantes desaparecidos. El presidente ha prometido justicia, pero estas revelaciones no convencen a los familiares de las víctimas.

SAGRARIO G. MASCARAQUE (Corresponsal de TVE en México). La Policía mexicana interroga al exalcalde de Iguala, José Luís Abarca, y de su mujer, María de los Ángeles Pineda, a los que se acusa de la desaparición de 43 estudiantes. La Fiscalía ha mostrado sus fotografías policiales tras ser arrestados en el Distrito Federal. Una tercera persona, una mujer que les ayudó a esconderse, también ha sido detenida. 

Es el Día de los Difuntos o muertos, y en México, es una celebración festiva, como un juego de burla con la muerte. En la capital han batido el récord de número de Catrinas,  mujeres espectrales que representan, según una tradición de origen azteca, la visita de los muertos al país de los vivos. Este año la fiesta está marcada por la desaparición de los estudiantes, en el suroeste del país.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha anunciado varios acuerdos con los padres de 43 estudiantes desaparecidos hace más de un mes en Iguala, entre ellos "fortalecer los esfuerzos de localización con un plan renovado de búsqueda", tras una reunión que ha terminado tras casi seis horas con la insatisfacción de los padres con la respuesta del Gobierno a sus demandas en una jornada marcada por la actuación violenta de decenas de profesores organizados contra la casa del nuevo gobernador del Estado de Guerrero.

Expertos de la fiscalía mexicana buscan en una zona cercana al municipio mexicano de Cocula los cuerpos de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre pasado en Iguala, según ha constatado un grupo de periodistas citados por la agencia Efe a pocas horas de que el presidente de México, Enrique Peña Nieto, se reúna por primera vez con los familiares de los jóvenes desaparecidos a manos de policías y criminales, según ha informado a la agencia fuentes de la Presidencia.

Los peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) trabajan en un vertedero profundo de basura situado a unos 10 kilómetros de Cocula en una zona de difícil acceso y a media hora de Iguala, en el sureño estado de Guerrero. Se trata de una área de unos 40 metros cuadrados, la mitad de ellos con señales de haber sido quemada, y donde se pueden ver bolsas de basura, cajas de madera y restos de ropa y otros desechos.

Se cumple un mes de la desaparición de 43 alumnos de la escuela de profesorado de Iguala en el estado mexicano de Guerrero.  Siguen huídos el alcalde y su esposa, relacionados con los cárteles de la droga y  a los que el fiscal acusa de dar la orden de atacar a los estudiantes.