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Hoy hemos vuelto a escuchar nuevos apoyos desde Europa a la oposición en Libia, que ha pedido más armas para poder hacer frente a Gadafi. Francia, Reino Unido, e Italia enviarán asesores militares para formar a los rebeldes.

En París, el presidente Nicolás Sarkozy le ha prometido al líder de los rebeldes, Mustafá Abdel Jalil, intensificar los bombardeos aéreos contra el ejército de Gadafi, aunque ha dicho que de momento no habrá despliegue terrestre. Tampoco ha explicado como va a actuar la OTAN después de que Estados Unidos y otros aliados europeos hayan reducido su apoyo a la operación militar. Francia se ha comprometido a enviar 10 militares de enlace con los rebeldes para organizar la protección de los civiles.

En Roma, el ministro de Defensa ha dicho que estudian una aportación similar tras entrevistarse con su homólogo inglés. Londres ha anunciado esta semana que enviará 10 militares para ofrecer apoyo logístico y entrenamiento a los grupos armados del este de Libia.

En España la ministra de exteriores Trinidad Jiménez ha reiterado el apoyo del Gobierno a los movimientos populares del norte de África y la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha explicado que los cinco aviones que participan en la misión militar han realizado 111 operaciones y 487 horas de vuelo. España enviará 4,5 toneladas de ayuda, principalmente medicamentos, a Misrata, sitiada desde hace siete semanas.

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Aparente normalidad hoy en la frontera entre Francia e Italia, tras la polémica de ayer, cuando Francia bloqueó el tráfico ferroviario durante varias horas. El gobierno italiano lo atribuyó a la negativa francesa de acoger a tunecinos con permisos de residencia temporales, expedidos en Italia. Roma espera explicaciones. El Ministro de exteriores italiano Franco Frattini ha instado a su embajador en Paris a que pida explicaciones y presente su más firme protesta por la decisión de Francia, que ayer cerró el tráfico ferroviario en la frontera, durante varias horas, para evitar la entrada de inmigrantes tunecinos. Algunos de ellos se manifestaron ocupando las vías. La excusa era impedir una manifestación a favor de los inmigrantes, el llamado tren de la dignidad. Pero Italia vió en el forzado freno una muestra más de rechazo a los permisos de residencia temporales que está facilitando a cientos de ciudadanos tunecinos. Forman parte de los 23.000 que llegaron antes del 5 de abril, y la mayoría de ellos quiere llegar a Francia. Los que alcanzaron la costa italiana después de esa fecha, están siendo repatriados, como contempla el acuerdo firmado entre Italia y Túnez.

Francia respetará los acuerdos de Schengen sobre la circulación de personas. Así lo ha asegurado el ministro del Interior francés, Claude Gueant, de visita en Rumania. Francia detuvo el domingo un tren con inmigrantes tunecinos a los que Italia ha dado permiso de residencia tras llegar irregularmente a sus costas. "Aplicamos la letra y el espíritu de los acuerdos", ha dicho Gueant, quien no obstante ha recordado que, según dicho acuerdo, una regla que debe prevalecer es que "el país de entrada gestiona las poblaciones migrantes".

Gueant ha subrayado que los extranjeros a los que Italia de el permiso de residencia temporal deben demostrar que cuentan con los recursos financieros para que permanecer en el país de residencia y poder regresar a su país de origen. Sin estos recursos, "devolveremos una vez más a estas personas a Italia, que es el primer país de residencia", ha dicho Gueant.

El ministro también ha justificado la decisión de detener la llegada de trenes desde la ciudad italiana de Ventimiglia para evitar "un problema de orden público" porque había un grupo de personas protestando junto a los trenes.

Muchos magrebíes que han llegado a Europa, escapando de los problemas en sus países de origen, han visto frenado su viaje en la localidad italiana de Ventimiglia, en la frontera con Francia. Allí las autoridades francesas han impedido hoy, durante varias horas, el paso de trenes para evitar la llegada de inmigrantes a su territorio. (17/04/11)