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La primera ministra británica, Theresa May, ha prometido una votación en el Parlamento sobre la posibilidad de aplazar el Brexit si no consigue sacar adelante su acuerdo. Aunque May rechaza esta opción, la conservadora ha asegurado que, de haber una prórroga, esta no podría prolongarse más allá de junio. Entretanto, el bloqueo de su acuerdo continúa en la Cámara baja, mientras el Gobierno de May dice estar negociando con Bruselas alternativas para la salvaguarda irlandesa.

A menos de dos meses de que se consume la salida del Reino Unido de la Unión Europea, prevista para el 29 de marzo, la primera ministra británica, Theresa May, ha iniciado una visita de dos días a Irlanda del Norte para abordar la preocupación que genera la cuestión de la salvaguarda fronteriza, el principal escollo para lograr un divorcio pactado. En un discurso ante empresarios locales se ha comprometido a evitar una frontera dura entre las dos Irlandas.

Los habitantes de la frontera irlandesa, el punto clave, viven con inquietud el embrollo del Brexit por las posibles complicaciones para sus vidas cotidianas y, peor aún, por el posible daño al proceso de paz. Nos lo cuenta Anna Bosch, enviada especial de Radiotelevisión Española...

El secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Marco Aguiriano, ha asegurado que, aunque el Parlamento británico haya votado a favor de renegociar la salvaguarda de Irlanda, "no puede forzar a los Veintisiete a renegociar un acuerdo" ya que la salida del Reino Unido de la UE es una salida "que nadie le pidió". Aguiriano ha destacado que la primera ministra británica, Theresa May, tiene el "mandato" de la Cámara baja, pero ha recordado que el portavoz de la UE ha dicho en los últimos días que Bruselas no quiere reabrir el acuerdo. Aguiriano ha dicho además que cada día "estamos más cerca de un no acuerdo", una opción rechazada este martes por los diputados del Reino Unido.

La frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda es la que mantiene encallados los acuerdos del Brexit. Los irlandeses del Norte votaron en contra de la salida de la Unión Europea, pero la mayoría de los británicos lo hizo a favor. Los controles y las aduanas pueden volver a la isla de Irlanda para separar de nuevo la provincia británica de la República de Irlanda. 

Este miércoles se cumplen 47 años del "Domingo sangriento" en el que 14 personas perdieron la vida a consecuencia de la represión del Ejército Británico en la ciudad de Londonderry, Derry para los católicos.  El domingo, familiares y activistas rehicieron, como cada año, el camino de aquella manifestación que acabó en matanza. El estadi británico reconoció que su ejército disparó primero a manifestantes que no eran una amenaza y ha pedido perdón. Los acuerdos de paz entre los dos bandos van a cumplir 21 años y todos temen que el Brexit los ponga en peligro. 

La primera ministra británica, Theresa May, ha presentado su plan alternativo del Brexit ante el Parlamento británico, aunque más que novedades, su propuesta pasa por tratar de negociar cambios sobre la salvaguarda diseñada para evitar una frontera física en Irlanda. En pleno bloqueo de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, May no ha ofrecido ninguna propuesta nueva a los diputados, que debatirán y votarán las mociones sobre el acuerdo el próximo 29 de enero.

Los parlamentarios británicos han arremetido contra el Gobierno de Theresa May el análisis legal sobre el Brexit porque consideran que la solución para evitar una frontera física en Irlanda liga al país indefinidamente a las normas europeas. En el segundo día de debate sobre el divorcio, la primera ministra británica ha defendido que la Unión Europea no busca un vínculo permanente ante el rechazo de escoceses y norirlandeses, que se sienten discriminados.  

Theresa May está en Irlanda del Norte tratando de arrancar apoyos al acuerdo del bréxit. Es la cuna del Partido Democrático Unionista Norirlandés, muy crítico con lo firmado por la primera ministra y los 27 y a la vez clave en la Cámara de los Comunes.

Nos lo cuenta el corresponsal en el Reino Unido, Jordi Barcia.