Miles de personas han vuelto a salir a las calles de Valencia para denunciar que los afectados por la DANA siguen sin tener cubiertas las necesidades básicas y para pedir la dimisión del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón.
45 empresas ya han anunciado que no reabrirán. Un mes después del paso de la DANA se sigue peleando contra el barro en casi 3.000 fábricas y locales de 53 polígonos industriales. Hay más de 29.000 trabajadores cubiertos por ERTE de fuerza mayor, presentados por más de 2.700 empresas.
Foto: Un desguace de vehículos afectados por la DANA en un polígono de Catarroja (Rober Solsona/Europa Press)
La población intenta reponerse tras la tragedia, aunque el trabajo no cesa. En los garajes, los bomberos siguen sacando lodo. Entre quienes más ansían volver a la normalidad están los niños con autismo y con diversidad funcional. Un mes después de la riada, desplazarse sigue siendo una odisea y la ayuda a domicilio sigue siendo necesaria. Quedan sótanos por vaciar y las grúas continúan llevándose los vehículos, que se amontonan en los descampados.
Foto: Dos personas con cubos salen de un garaje del barrio de la Fuente en Utiel (Jorge Gil/Europa Press)
Un mes después de la DANA que azotó la provincia de Valencia, Televisión Española vuelve al lugar de los hechos para visitar, de nuevo, a una de las familias afectadas. Manuel, el padre, nos abre las puertas de su casa y vemos cómo todavía hay trabajo por hacer. Las calles que estaban repletas de coches y barro hace cuatro semanas, ahora están más limpias. Su familia sufrió la tragedia cuando el temporal azotó sus propiedades. Incluso, Manuel tuvo que desplazarse con su bebé en brazos durante cuatro kilómetros hacia la capital porque la situación en su hogar era insostenible: "Era imposible entrar aquí", confiesa.
Un mes después de la DANA, las madres de los pequeños que se encontraban en una guardería a pocos metros del barranco del Poyo recuerdan como sufrieron aquel día. El agua provocó importantes destrozos en el centro, que se encuentra inutilizable, mientras las familias buscan soluciones.
Un mes después de producirse la DANA, los municipios afectados piensan en soluciones para evitar tragedias como la sucedida en Valencia. Los expertos descartan el cemento como solución a las inundaciones y optan por instalar altillos en viviendas de planta baja. Otros cambios afectan a la normativa de parkings, como indica la alcaldesa de Benetússer: “A la hora de construir nuevos parkings, vamos a ver cómo optamos para hacerlos en superficie sabiendo lo que ha ocurrido”.
Hace ya un mes que la DANA azotó Valencia y causó graves estragos. Varios puentes del barranco del Poyo se derrumbaron por la fuerza del agua y dejaron aislados a multitud de vecinos. Los protagonistas de la tragedia cuentan de primera mano cómo han vivido este último mes y todo lo que aún queda por recuperar.
A las zonas más castigadas por la DANA les queda todavía un largo camino hasta recuperarse por completo. Se trabaja sin descanso, y en algunos barrios los avances son visibles, pero quedan todavía muchas zonas llenas de barro. Algunas personas mayores y con movilidad reducida siguen atrapadas porque muchos ascensores aún no funcionan. Y los bomberos siguen sacando lodo de los garajes.
Miles de negocios sufrieron daños durante las riadas. En este tiempo han limpiado y tratado de arreglar los comercios para abrir de nuevo, pero la tarea es lenta y complicada. Muchos siguen sin recibir ayuda y se calcula que un 20% de esos negocios no podrán levantar la persiana.
Foto: Un comercio cerrado tras los daños provocados por la riada en Paiporta (EFE / Manuel Bruque)
Andrés Gómez, meteorólogo, explica en La hora de La 1 de TVE cómo las superficies impermeables agravan inundaciones y las soluciones naturales minimizan los impactos. El agua puede correr hasta cinco veces más rápido en estas superficies, lo que aumenta los impactos. El día en que se cumple un mes de la DANA que ha dejado 222 fallecidos en Valencia, el meteorólogo ejemplifica con municipios valencianos y explica qué es lo mejor que hay que hacer en casos de graves inundaciones.
Dra. Pilar Martínez, médico de familia del Centro de Salud de Catarroja, ha estado en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní un mes después de la catástrofe de la DANA en Valencia. Pasado este tiempo, la doctora pone el foco en que en consulta ven "mucha patología psiquiátrica", que las personas afectadas por las inundaciones "están en fase de trastorno de estrés agudo". Al principio, explica, con la adrenalina estaban centrados en actuar en tareas de limpieza, pero ahora la realidad es otra: "Se percatan de la realidad que tienen, de que las ayudas no llegan, de que aún tienen los garajes con agua [...] y no puede normalizar su día a día", asegura. Además, Martínez se muestra preocupada por si, en un futuro, esta patología puede desencadenar en un trastorno de estrés postraumático.
La médico de familia admite que, aunque al principio contaron con mucho apoyo, actualmente solo está el equipo que trabaja habitualmente en el centro de salud: "Yo entiendo que la vida tiene que ir más o menos a su cauce, pero sí que echamos de menos más apoyo por parte de las administraciones, porque en el centro de salud estamos funcionando bajo mínimos".
Casi mil alumnos vuelven este jueves a las aulas de tres colegios de Benetússer un mes después de la DANA, que ya ha dejado en la Comunidad Valenciana 222 fallecidos. El Ayuntamiento del municipio ha elaborado un informe propio de seguridad ante "la inacción de la Conselleria de Educación, que se niega a compartir su informe de seguridad". Además de Benetússer, 303 alumnos han vuelto a las aulas en el CEIP San Carlos Borromeo, en Albal. La situación en Alfafar es contraria: los centros escolares no han podido retomar las clases, y se instalan barracones para acoger los alumnos.