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El presidente estadounidense, Donald Trump, ha amenazado a Hamás con el "infierno" si no libera a todos los rehenes inmediatamente. Los islamistas le han respondido que sus amenazas solo sirven para alentar a Benjamín Netanyahu a violar el acuerdo de alto el fuego y que la mejor manera de proteger a los secuestrados es implementar la segunda fase.

Trump lanzaba esta amenaza tras reunirse en el despacho oval de la Casa Blanca con ocho rehenes israelíes liberados, cinco de ellos con ciudadanía estadounidense, y horas después de que se confirmara que EE.UU. estaba manteniendo conversaciones directas por primera vez con Hamás para abordar el fin de la guerra y un nuevo canje de cautivos por presos palestinos.

El Ejército israelí ha reconocido su "fracaso total" a la hora de evitar los ataques del 7 de octubre de 2023. Reconoce que durante años subestimó las capacidades militares de Hamás, en una investigación interna que analiza todos los fallos de las fuerzas israelíes en su misión de proteger a los civiles israelíes.

Sobre el futuro de Gaza, donde la guerra posterior a los atentados de Hamás ha causado más de 48.300 de muertos, ha hablado el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, quien quiere implementar el plan de Trump para el futuro de la Franja, que aboga por el desplazamiento de toda su población para crear un resort turístico. Para ello crea un departamento para facilitar la "emigración voluntaria" de gazatíes.

La primera fase del alto el fuego expira este fin de semana, mientras las partes negocian en El Cairo para mantenerlo. Israel quiere extender el marco de la primera fase, pero Hamás apuesta por empezar ya las discusiones de la segunda.

Un palestino ha arrollado a 14 personas que esperaban el autobús en el cruce de Karkuc, localidad en el norte de Israel. El autor del ataque, originario de Yenín, al norte de Cisjordania, ha muerto abatido por la Policía. Entre los 14 heridos se encuentra una joven de 17 años en estado crítico. Hamás dice que este ataque, que la Policía israelí investigan como atentado terrorista, es la respuesta a los crímenes de Israel en Cisjordania.

Mientras, la población en Gaza mira con inquietud el fin de la primera fase de alto el fuego y teme que puedan volver los ataques.

Hamás ha entregado los cuerpos de cuatro rehenes en la madrugada de este jueves a la Cruz Roja y sin ceremonias, como había acordado con Israel, a cambio de la excarcelación de 643 presos palestinos, la mayoría de ellos devueltos a la Franja de Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, canceló la liberación el pasado sábado en represalia por las ceremonias propagandísticas "humillantes" que los islamistas celebran dentro de la Franja de Gaza antes de devolver a los cautivos, incluso en el caso de los cuerpos.

Las autoridades israelíes han confirmado que los cuerpos entregados por Israel corresponden a Itzik Elgarat, de 70 años; Ohad Yahalomi, de 50; Shlomo Mansur, de 85; y Tsahi Idan, de 50 años. Se trata del último canje de la primera fase del acuerdo, que expira este fin de semana. Netanyahu ha ordenado a su equipo negociador viajar a El Cairo para continuar las negociaciones y extender el alto el fuego, aunque las discusiones para la segunda fase está aún atascadas.

Hamás podría entregar los cuerpos de cuatro rehenes —los que quedan entre los 33 previstos en la primera fase del alto el fuego— en las próximas horas si Israel accede a excarcelar a los 602 presos palestinos que debería haber liberado el pasado sábado. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó paralizar las liberaciones en represalia por las ceremonias propagandísticas y "humillantes" que Hamás realiza en Gaza antes de entregar a los secuestrados a la Cruz Roja.

Mientras tanto, Israel prosigue su ofensiva militar a gran escala en Cisjordania, donde sus tanques entraron este fin de semana en Yenín por primera vez en veinte años. Y en Gaza, al menos seis bebés han muerto a causa de la inusual ola de frío que azota el enclave, donde la mayoría de su población vive desplazada en tiendas de campaña, sin ropa de abrigo, expuestos a las bajas temperaturas.