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Las sanciones económicas impuestas por Occidente han disparado los precios en Rusia. El Gobierno ruso insiste en que no hay peligro de desabastecimiento. Además, en la primera semana de marzo se ha duplicado la demanda de productos farmacéuticos, especialmente ansiolíticos y pastillas para dormir.

Foto: Moscú (EFE/EPA/YURI KOCHETKOV)

En Kiev, estos días, nadie respira tranquilo porque nadie se cree a salvo. Son muchos los edificios residenciales alcanzados por los misiles enemigos. Un equipo de TVE está en Solomiansky, una barriada en la que hay un museo, parques, centros comerciales, estación de tren y ahora, también, una zona llena de escombros.

Aquí cayeron tres misiles, dice Sergii, y no fue una equivocación, asegura el empleado de la empresa que ha empezado a reconstruir el edificio. Este viernes se ha permitido el acceso a los vecinos, pero muchos no podrán llegar a sus casas, aún bloqueadas por las piedras.

El ataque se ha producido hace varios días y causó unenorme incendio y enterró a varias personas entre los escombros. Fue a las 6:00 horas de la mañana. "Un estruendo horrible me levantó de la cama", cuenta Alexander, quien recuerda con tristeza al único vecino fallecido.

La vida comercial ha desaparecido de la zona. No hay cafés, ni restaurantes y todas las tiendas están cerradas. Solo una muy pequeña, en los pasillos del metro, ha abierto sus puertas.

Foto: los bomberos ucranianos trabajan en el centro comercial que fue atacado por Rusia en Kiev (Kyiv), Ucrania, el 21 de marzo de 2022. EFE /EPA/ATEF SAFADI

Rusia continúa con su operación especial hasta que termine con sus objetivos, centrados ahora en la liberación del Donbás, y no dudará en atacar las ciudades que ya tienen rodeadas, según ha asegurado su ministro de Exteriores. De momento Ucrania resiste, pero deja devastación por donde pasa.

Los ciudadanos en Kiev viven en constante tensión ante el miedo de que sus casas y barrios sean atacados. En las últimas semanas, los misiles rusos han destruido edificios residenciales. Hace unos días, misiles rusos cayeron en medio del barrio y un gran incendio se propagó por los últimos pisos de uno de los edificios de viviendas, como consecuenciafalleció un vecino.

Rusia continuará con su "operación especial" hasta que logre sus objetivos, centrados ahora en liberar la región del Donbás. El Ministerio de Defensa ruso ha dicho que no descartan asaltar las ciudades que ya tienen rodeadas. De momento, Ucrania resiste, pero en el intento del ejército ruso de hacerse con ciudades como Kiev u Odesa, dejan un rastro de devastación por el camino en ciudades cercanas como Chernígiv, Mikolaiv o Mariúpol. En esta última, el ayuntamiento asegura que, según testigos presenciales, al menos 300 personas murieron en el ataque al teatro del pasado 16 de marzo. Además, el Organismo Internacional de la Energía Atómica ha denunciado que Rusia está bombardeando una ciudad cercana a Chernóbil donde viven muchos de los trabajadores de la central

Desde que comenzó la guerra en Ucrania, España ha acogido a unos 25.000 refugiados. Unos 135 llegaron la semana pasada en un convoy de taxistas que los recogieron en Polonia.  Algunos de esos conductores siguen en contacto con ellos y con sus familias de acogida y les ayudan incluso económicamente.

Los conductores les ayudan a hacer gestiones o les compran, por ejemplo, material escolar. Nataly, una de las refugiadas, está muy agradecida con la acogida que le han dado en España,  aunque está preocupada por el futuro de su marido, que sigue en Ucrania.

Desde que ella y su familia dejaron Járkov, uno de los primeros objetivos rusos, han pasado varias semanas. Ahora tienen una nueva casa gracias a los taxistas que les acompañan y les ayudan a olvidarse, un poco, del horror de la guerra.

Foto: un taxista (al fondo) coloca una pegatina con los colores de la bandera de Ucrania en la capilla de su coche antes de partir en caravana con artículos de primera necesidad hacia Polonia, para ayudar a los refugiados ucranianos, este viernes, en la Terminal T4 del aeropuerto de Madrid Barajas Adolfo Suárez. EFE/ Sergio Perez.

De cómo evoluciona la guerra en Ucrania están pendientes en otras zonas de conflicto como Siria, Yemen o Afganistán por algo tan básico como comer. Su fuerte dependencia del cereal ucraniano puede acentuar su ya precaria situación y agravar la violencia. La ONU advierte de que hay que evitar, dicen, un "huracán de hambre".

[Guerra en Ucrania: última hora en directo]

FOTO: Un agricultor ucraniano fumiga un campo de trigo en la región de Kiev en una imagen de archivo. REUTERS/Valentyn Ogirenko.

Biden viajará hoy mismo a Polonia, donde se va a entrevistar con su presidente, Andrej Dudda. Mientras, la capital ucraniana sigue sufriendo bombardeos, aunque de escasa intensidad. El Papa Francisco va a presidir esta tarde, en la basílica de San Pedro, la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. El gobierno alemán prevé una aplicación de restricciones ante la subida de casos por coronavirus. Se cumplen 7 años de la guerra de Yemen. Y, en Córcega, la muerte de Colonna ha reavivado las protestas en la isla.

Los ciudadanos en Kiev viven en constante tensión ante el miedo de que sus casas, sus barrios sean atacados.  En las últimas semanas, los misiles rusos han destruido edificios residenciales en barrios, como ha podido comprobar sobre el terreno un equipo de TVE.

Hace unos días misiles rusos cayeron en medio de Somyansky, una zona comercial que está muy cerca del centro y que ahora está vacía.

Además, un gran incendio se propagó por los últimos pisos de un edificio residencial.  Los bomberos buscaron durante horas para encontrar supervivientes. Fueron tres misiles, y dieron directamente a las casas. No se trata de un error, no es un accidente, dice Sergii a TVE, de la patrulla de empleados que ahora se encarga de retirar los escombros

Este viernes han podido volver algunos vecinos, pero apenas pueden ni siquiera subir las escaleras y menos aún llegar hasta sus pisos, que están muchos de ellos convertidos en ruinas.

Foto: bomberos y equipos de seguridad ucranianos en la escena de un edificio alcanzado por misiles rusos en Kiev (Kiev), Ucrania, 20 de marzo de 2022. EFE/EPA/ATEF SAFADI.

La rutina en Kiev está marcada por el sonido de las sirenas antiaéreas. Cuando suenan, uno de los refugios habituales son las estaciones de metro. Fran Sevilla, enviado especial de RNE a la capital ucraniana, ha estado en elsubterráneo de Nyvky donde había programada una actuación para niños organizada por una ONG.

Los animadores tratan de hacer olvidar a los niños la situación que se está viviendo, según explica Julia, una de las animadoras: "Tratamos de hacer algo bueno para los niños, que se sientan seguros, y felices".

Son niños que duermen ahí, en colchones junto al andén, con sus padres. Lógicamente, tratan de evitar que sus hijos sientan pánico. "Cuando escuchan las sirenas corren a algún lugar seguro, pero no saben exactamente lo que es la guerra. Solo tienen la certeza de protegerse sin preguntar mucho más", le cuenta Victoria, una madre de un niño de tres años, a Fran Sevilla en el diario 14 horas de RNE.

Sin duda, el sonido de las risas de los niños escuchado en la estación de metro de Nyvky es algo que no se percibe desde hace un mes en la superficie de las calles de Kiev. Una inocencia feliz encapsulada bajo tierra.

La decisión de la Unión Europea de empezar a reemplazar el gas que importa de Rusia por el de Estados Unidos puede aportar más estabilidad y seguridad estratégica, pero tiene algunas desventajas. Por un lado, los expertos advierten de que se concentrará más la demanda, lo que puede provocar una subida de precios. Además, hay que tener en cuenta que los 50.000 millones de metros cúbicos de gas que Europa quiere comprarle cada año a Estados Unidos en 2030 apenas representan un tercio de todo el gas que ahora procede de Rusia. Es la prueba de que reemplazar a Moscú no se conseguirá de la noche a la mañana. A eso se añade que casi todo el gas norteamericano ya está vendido con contratos a largo plazo. Eso explica que el gas norteamericano que llegó a España por barco en diciembre nos costó el doble que el gas argelino por tubo. "Es un buen negocio para Estados Unidos, pero no tan bueno para la Unión Europea. Hay que tener la precaución de no sustituir una dependencia energética del gas ruso por una del gas licuado estadounidense", asegura José Manuel Corrales, profesor de Economía y Empresa de la Universidad Europea.

La guerra en Ucrania continúa y este viernes llega ya a los 30 días. El gobierno ucraniano denuncia que las tropas rusas bombardean escuelas y guarderías, mientras el ayuntamiento de Mariúpol ha hecho un llamamiento para recibir ayuda humanitaria y poder alimentar a los civiles atrapados por los combates, que están empezando a morir de hambre. El consistorio teme que 300 personas murieran en el ataque a un teatro hace una semana.

Otras ciudades como ChernígovJárkov o Izium se encuentran bajo fuego constante, y escasean los alimentos, agua o medicinas. El gobernador de la región de Chernígov ha informado de que la ciudad está totalmente rodeada por fuerzas rusas.

Un millar de civiles han muerto ya en un mes de guerra, según la ONU, que cifra también en más de 3,7 millones los refugiados que han huido a otros países, principalmente a Polonia.

Foto: Fuerzas pro-rusas en Mariúpol, sur de Ucrania. REUTERS/Alexander Ermochenko