La guerra en Ucrania está modificando el tablero internacional de las alianzas. La necesidad de conseguir energía en países proveedores diferentes a Rusia ha llevado a Estados Unidos a acercarse a quienes, hasta ahora, eran sus enemigos declarados, como Irán o Venezuela. Antes de invadir Ucrania de Rusia salía uno de cada diez barriles de petróleo que compraba el mundo. Llenar ese hueco es todo un reto. "Producir más lleva tiempo, hay que perforar nuevos pozos, exportarlo", explica Samantha Gross, experta en energía del instituto Brookings. La Casa Blanca se acerca a tres gigantes del petróleo, a tres gobiernos a los que hasta ahora intentaban convertir en parias.
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