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El Kremlin insta al Volodímir Zelenski a que deponga las armas para que no haya más víctimas. Entre las personas fallecidas, el portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov ha detallado que no hay civiles y asegura que los ataques tienen como objetivo la desmilitarización de Ucrania. Peskov asegura que las sanciones económicas impuestas a su país y contra él no van a impedir que Rusia siga con su plan. El Kremlin ha ordenado además limitar el acceso a medios de comunicación que son críticos con el Gobierno, como la emisora “Eco de Moscú”, acusada de difundir informaciones falsas.

Informa Isabel Dólera.

Alex Sapoval se encuentra en Irpín. Es uno de los ucranianos que resiste a la invasión de las fuerzas rusas. Alex se refugia en un sótano con 9 personas, entre ellos 4 niños. Nos cuenta para el informativo 24 horas que “la situación es muy peligrosa” y que “la comunicación es muy limitada, internet se corta y la señal es muy baja”. Él es contable y, aunque, intenta trabajar le resulta imposible con la situación que está viviendo.

Lo que era antes un centro comercial en Korczowa, Polonia, se ha convertido en un gran refugio improvisado para los centenares de personas que llegan cada día a la frontera entre Ucrania y Polonia. Dentro del recinto, transformado en pocos días por los voluntarios polacos, conviven las tiendas de ropa con las camas plegables en las que descansan las familias tras viajes de varios días para huir de la guerra. Cada cinco minutos llega un autobús cargado con más refugiados, que rápidamente se distribuyen en otros autobuses o en coches particulares de los voluntarios para llegar al resto de Polonia y de Europa. Nos lo cuenta, desde la frontera polaca, Álvaro Caballero, enviado especial de RTVE.es

Rusia ha bombardeado este martes la torre de televisión de Kiev en una ofensiva durante la invasión en Ucrania. En el ataque han muerto cinco personas, según las autoridades ucranianas. Es el primero de los bombardeos a la capital después de que el Kremlin avisara de que atacaría edificios oficiales, infraestructuras de los servicios de seguridad y centros de telecomunicaciones. Por ello, ha llamado a los civiles a evacuar sus viviendas si se encuentran en zonas estratégicas.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha asegurado en una entrevista desde un búnker al que ha sido trasladado que Ucrania “necesita una garantía de no invasión de nuestra tierra y que nuestro territorio no será tocado”, algo que ha subrayado que necesita “públicamente”.

El mandatario ha recalcado que las sanciones contra Rusia “tendrían que haber sido antes” y advierte que si hubiera sido así “a lo mejor Rusia no habría entrado en territorio ucraniano”. Zelenski también ha advertido de que “si cae Ucrania, todo el Ejército ruso estará en las fronteras de la Unión Europea”.

FOTO: REUTERS/Umit Bektas

La frontera polaca es una de las que más refugiados está recibiendo. Llegan a ella miles de niños y mujeres que huyen de la guerra. En la zona se ha convertido un centro comercial en refugio improvisado lleno de camillas, mantas y donde se reparte comida para poder atender a los que llegan después de un largo viaje para salir de Ucrania. Tambén se ven muchos reencuentros emotivos entre familias que se vuelven a ver después de días sin estar en contacto.

FOTO: EFE/ Biel Aliño

En el elegante vestíbulo decimonónico de la estación de Przemysl, muy cerca de la frontera entre Polonia y Ucrania, no cabe un alma. Desde el pasado jueves, cuando comenzó la invasión rusa, se ha convertido en la zona cero de la crisis de refugiados. Aquí llegan cada día decenas de trenes con miles de personas, los pocos que han conseguido subir a bordo en unos vagones atestados, la principal vía de escape de la guerra. "Desde Leópolis hasta aquí tardamos 30 horas y tuve que ir de pie todo el rato. Era como el metro a hora punta pero durante 30 horas", cuenta a RTVE.es Alina, una treintañera ucraniana que ahora espera agotada a otro tren para ir a Varsovia. Leópolis, la última gran ciudad ucraniana antes de llegar a Polonia, está a menos de 100 kilómetros de la frontera y un tren en condiciones normales tardaría menos de tres horas. Cada vez que llega un tren las autoridades fronterizas polacas tienen que controlar los documentos de los refugiados. Esto, sumado al complicado tránsito desde un país en guerra, provoca que los retrasos sean largos, de hasta 16 horas. El cansancio y la desesperación se mezclan con la confusión en la ajetreada estación, pero también por el alivio de haber salido de Ucrania. Cada tren puede llegar a llevar hasta 2.000 personas, sobre todo mujeres y niños -por comparar, en un AVE hay cerca de 400 plazas-. Los asientos están reservados para los más pequeños y los ancianos, por lo que el resto, como Alina, tiene que ir de pie. Asegura que lleva cinco días sin dormir, justo desde que empezó el conflicto.

FOTO: EFE/ Biel Aliño

Daria Kaleniuk, una periodista ucraniana que trabaja para el Centro de Acción Anticorrupción, ha protagonizado este martes la rueda de prensa del primer ministro británico, Boris Johnson, en Varsovia. En un emotivo alegato, Kaleniuk ha pedido al Reino Unido y la OTAN que impongan una zona de exclusión aérea sobre su país para proteger a los ucranianos de las bombas de Rusia. "Usted viene aquí a Polonia, pero no a Kiev o a Leópolis. Porque tiene miedo. Porque la OTAN no está dispuesta a defendernos y tiene miedo a la III Guerra Mundial, pero ya ha empezado", le ha dicho a Boris Johnson la periodista, que consiguió salir de Ucrania hace dos días y ha contado que tiene a su familia y compañeros de trabajo "llorando y escondidos". "Usted habla de más sanciones", ha seguido emocionada, pero "solo veo a mi familia y equipo llorando. No sabemos dónde huir". Al terminar, Boris Johnson le ha agradecido su intervención diciéndole que es "plenamente consciente de que no es suficiente lo que hacemos" y que el "derribar aviones rusos supondría un combate directo con Moscú"

Andrey es ucraniano y Anton, ruso. Dejaron sus países por la homofobia y la guerra les ha sorprendido en Barcelona, donde llegaron hace tres meses. Ahora, con el visado caducado, tienen un motivo más para no volver. Además, dicen, desde aquí pueden ayudar mejor a los ucranianos. Se lamentan de que en el siglo XXI ocurra algo así. Los familiares de ambos se encuentran bien, pero ellos prefieren que abandonen sus países cuanto antes. "En Rusia la gente también está asustada y están en contra de la guerra", explican.

Día tras día la estación de Przemysl (Polonia) sigue abarrotada de miles de refugiados que llegan exhaustos y asustados huyendo de la guerra. Ese es el punto de llegada de quienes consiguen un tren desde Leópolis, ciudad que está a solo 100 kilómetros y a la que muchos tardan en llegar más de 40 horas.

"He pasado mucho miedo", cuenta un joven que ha caminado durante 40 kilómetros para llegar a la estación. Otra mujer también habla de "preocupación y miedo" y cuenta que es la tercera guerra de la que huye.

Cada vez son más las empresas que están dejando de operar en Rusia tras el ataque a Ucrania. También hay muchas compañías que venden sus participaciones rusas y se desvinculan del país. En este escenario, la incertidumbre económica sigue pesando en los mercados sumidos en la incertidumbre en función de los avances del conflicto internacional.

Foto: REUTERS/Toby Melville/File Photo

Hay numerosas colas para sacar dinero en los cajeros de Rusia. A pesar de que las autoridades prometen que sus ahorros están garantizados y ofrecen altos intereses de entre el 5 y el 20 % por mantenerlos en el banco, muchos no se fían. En los últimos días, se han batido récords de retirada de efectivo en los bancos rusos y hay quien aún no ha conseguido encontrar un cajero con divisas.

En los bancos de Rusia ya no hay paneles a la vista con el cambio y el curso del rublo. El Gobierno los prohibió hace tiempo, precisamente para no desmoralizar a los rusos ante una situación como esta, de graves sanciones económicas y hundimiento de su moneda.

Foto: MICHAL CIZEK / AFP