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Hollande llegó al Elíseo como la "esperanza de cambio" para el país. Y con el firme propósito de no aplicar la austeridad exigida por Berlín ante la crisis económica. Pero algunas de sus reformas se quedaron cortas para los liberales y con otras encontró la oposición en sus propias filas.

A mediados de mayo habrá un nuevo inquilino o inquilina en el Palacio del Elíseo que lo acomodará a su gusto y necesidades. Ahí no intervendrán sus estrategas de campaña y, sin embargo, el despacho y el mobiliario que elija, dirán mucho del nuevo presidente galo. Una exposición en París muestra algunos de los muebles de los más poderosos.

Decir Quinta República es decir Charles de Gaulle, héroe de la resistencia e inspirador de ese cambio constitucional que en 1958 transformó un sistema parlamentario en uno mixto, muy presidencialista. Desde entonces De Gaulle marca la política francesa. Pompidou, Giscard d'Estaing, Mitterrand, Chirac, Sarkozy y Hollande le han sucedido en el sillón presidencial.

Le Pen gira en torno al proteccionismo, el cierre de fronteras y la prioridad nacional, con un discurso anti europeísta, anti inmigración y anti globalización. Choca de pleno con el programa de Macron, ex Ministro de Economía, defensor de la apertura de los mercados y, tan dispuesto a mantener la polémica reforma laboral, como a aplicar otras que transformen la economía francesa y las instituciones europeas.

Si por algo se caracteriza esta jornada en Francia, después de todo lo que ha pasado en el país en el último año y medio, es por un impresionante despliegue de fuerzas de seguridad.

Los candidatos a la Presidencia de Francia han votado este domingo en la segunda vuelta de los comicios. Emmanuel Macron ha votado a las 11.00 acompañado de su mujer Brigitte en la localidad de Le Touquet y ha llamado a la participación. Marine Le Pen ha votado cinco minutos después en Henin-Beaumont con apariencia seria y ante un buen número de periodistas y acompañada por el alcalde de la ciudad, Steeve Briois.

Más de 45 millones de franceses están llamados a elegir este domingo entre dos modelos irreconciliables de país -el de Emmanuel Macron frente al de Marine Le Pen- en unas elecciones presidenciales en las que el socioliberal de 'En Marche' parte como claro favorito, pero cuyo resultado estará determinado por el nivel de participación.