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Rusia y Estados Unidos han escenificado su desconfianza durante la visita que ha llevado hasta Moscú al secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, que se ha reunido con su homólogo, Serguéi Lavrov, y con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el conflicto en Siria y la crisis de Ucrania como principales asuntos de discordia. Al final de la jornada, tanto Tillerson como Lavrov han tratado de mostrar un cierto acercamiento, pero no han podido evitar señalar los profundos descuerdos entre Washington y Moscú.

El Gobierno de Estados Unidos considera que Cataluña es "un asunto interno" español y está "profundamente comprometido a mantener la relación con una España fuerte y unida", según ha afirmado en un comunicado la embajada estadounidense en Madrid. Este comunicado se difunde días después de que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, viajara a EE.UU. para hablar sobre el proceso secesionista catalán y de la visita de dos congresistas estadounidenses a Barcelona. Tras señalar que España y EE.UU. están unidos por la historia y los valores comunes que sustentan su asociación, la embajada dice que ambos países trabajan en estrecha colaboración en una serie de desafíos mundiales, incluyendo la promoción de la cooperación internacional, la paz y la seguridad y la prosperidad económica.

El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, trata este miércoles con su colega ruso, Serguéi Lavrov, la escalada de la guerra en Siria en medio de las presiones occidentales para que el Kremlin de la espalda al régimen de Bachar al Asad. No está confirmado que el presidente Putin reciba al jefe de la diplomacia estadounidense en esta visita. Tillerson y el mandatario ruso ya mantuvieron en el pasado una relación afable, Putin condecoró a Tillerson cuando este era el director de la petrolera Exxon e invertía grandes cantidades en Rusia. Ahora llega en calidad de representante de EE.UU., con un conflicto diplomático recién desatado y con la delicada misión de negociar las posiciones en la guerra de Siria y el futuro de Al Asad.

La aerolínea pidió voluntarios para abandonar la nave en un vuelo de Chicago hasta Lousville, en Kentucky, para trasladar a cuatro de sus empleados, pero al no haber suficientes, seleccionó a cuatro pasajeros; uno de ellos se resistió y los agentes de seguridad reaccionaron sacándolo a la fuerza del avión. United Airlines ha pedido disculpas y se ha comprometido a solucionar la gestión del overbooking para que no se repitan casos como estos.

Pyongyang asegura que el país está listo para la guerra tras el despliegue de la Armada estadounidense en la península coreana. Con su habitual lenguaje, el régimen norcoreano advierte de consecuencias catastróficas si Washington continúa, dice, con sus provocaciones.

  • Las líderes de Alemania y Reino Unido han hablado por separado con Trump
  • Han acordado "la importancia de responsabilizar a Al-Asad" por la tensión actual
  • Los países del sur de Europa ya habían mostrado su apoyo a Estados Unidos
  • El pasado viernes EE.UU. bombardeó un aeródromo en Siria como respuesta a un supuesto ataque químico lanzado por el Gobierno de Asad

Estados Unidos ha enviado una flota hacia la península de Corea en respuesta a los últimos ensayos con misiles de Pyongyang. La flotilla, liderada por el portaaviones Carl Vinson, ha suspendido una visita prevista a Australia y volverá a aguas cercanas a Corea del Norte, donde ya estuvo hace un mes en maniobras militares con Seúl. La respuesta de Corea del Norte ha llegado con un comunicado en el que sostienen se trata de una advertencia que justifica todo el reciente refuerzo de su arsenal nuclear para la autodefensa. Retórica bélica norcoreana, frente a las palabras más medidas de Pekín, Seúl y Tokio que afirma que la flota es un elemento disuasorio pero no han entrado desde el Gobierno nipón a darle una clara y abierta bienvenida. Seúl ha rebajado la posibilidad de que Estados Unidos realice un ataque preventivo, aunque reconocen que la crisis ha llegado a un punto de gran tensión, en vísperas además de que Corea del Norte celebre el aniversario del abuelo de Kim Jon Un y lo pueda hacer coincidir con otro ensayo nuclear de mayor envergadura.