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Programa especial de Las Mañanas de RNE desde el Congreso de los Diputados con motivo de las jornadas de puertas abiertas. Hablamos con Luis Miller, sociólogo e investigador del CSIC. ¿Hay riesgo de que la crispación de la política pase a la calle? ¿Nos debe preocupar este escenario? "Lo llevamos avisando desde hace tiempo y hasta hace pocos meses siempre manteníamos que todo el ruido y la confrontación se mantenía en las élites políticas. Pero muchos datos que tenemos ya vemos que la ciudadanía está harta de la política y percibe una política y una sociedad muy dividida", afirma Miller, que considera que ya hay elementos de alarma. En España, la ciudadanía siempre ha estado acostumbrada a movilizarse de forma pacífica y esto "podría ir cambiando si se sigue fomentando la tensión en el plano político". Si no tuviéramos dos elecciones al año que todos interpretáramos como un momento decisivo para la democracia española, la tensión no subiría tanto, apunta Miller. "Los responsables son los partidos políticos, que son los últimos responsables de esta competición electoral. La polarización es una herramienta que tienen los partidos. Lo que hemos tenido en estos meses ha sido un uso de la polarización por parte de los partidos políticos para tensionar a los votantes y ganar las elecciones". Esto se acrecenta cuando tenemos bloques ideológicos prácticamente empatados: "No se acaba de resolver el conflicto por esta sensación de empate y división". ¿Cómo y quién frena esto durante estos cuatros años? Luis Miller considera que conforme va a avanzando la legislatura se va llegando a momento "positivamente aburridos", y esto tensiona mucho menos a la sociedad. "Estamos en un momento muy excepcional porque no hay grandes mayorías ideológicas y esto siempre es muy inestable", apunta el investigador.

Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, es el nuevo presidente electo de Argentina y tomará posesión de su cargo el 10 de diciembre. Ha ganado con más de 11 puntos de diferencia sobre su rival, el ministro peronista, Sergio Massa. Un resultado contundente que no vieron las encuestas y que se ha llevado los votos de la derecha, que se dejó Patricia Bullrich en la primera vuelta.

El presidente electo, que se define como "anarco-capitalista" y defiende un programa ultraliberal que ha ido suavizando en sus últimos días de campaña. Entre sus medidas, plantea la dolarización del peso, eliminar el Banco Central y reducir radicalmente el número de ministerios.

Tiene por delante grandes retos en un país en el que 4 de cada diez ciudadanos están en la pobreza y la tasa de inflación está en el 142%.