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Muchos padres antes de marcharse de vacaciones ya están pensando en la vuelta al cole. Hacerse con los libros de texto en ésta época puede ser mucho más económico. La opción más barata, segun la OCU, siguen siendo las grandes superficies frente a los colegios, que son los más caros. En septiembre solo en libros nos gastaremos entre 200 y 300 euros por alumno, dependiendo del curso.

Las nuevas tecnologías y la crisis han disparado las alternativas al consumo tradicional. Se estima que en todo el mundo el consumo colaborativo mueve más de 2.500 millones de euros. Un crecimiento que plantea retos para garantizar la protección de los consumidores y evitar la economía sumergida.

Según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística, el 17% de los hogares en España llega a fin de mes con mucha dificultad. La pobreza ha aumentado porque han bajado un 3,5% los ingresos.

Israel Garcia Juez, columnista de Voz Populi; Carlos Cuesta. Redactor Jefe de El Mundo yAlmudena Semur, directora Gerente del Intituto de Estudios Economicos analizan la actualidad económica de la jornada, centrandose en temas como las nuevas balanczas fiscales o la bajada del precio de la vivienda.

Impedir que con la LOMCE haya libros de texto nuevos el próximo curso. Es el objetivo de la campaña que han presentado los padres, profesores y estudiantes de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública. Aseguran que solo el año que viene habrá un millón y medio de afectados por un cambio de libros que, según sus cálculos, costará 200 millones de euros a las familias justo ahora, explican, cuando las becas por libros se han reducido. Además insisten en que, según la ley, los libros actuales tienen cuatro años de vigencia que aún no han pasado. Por ello, han animado a padres y profesores a no cambiarlos.

Al año se desperdician en los hogares de España 28 kilos de comida por persona. Somos el sexto país de la Unión Europea en desaprovechar alimentos. La mayoría de la gente asocia este problema a supermercados y ultramarinos pero lo cierto es que en los puntos de venta sólo se pierde el 5%. El gran desperdicio, más de la mitad, se produce en hogares y restauración.

Los consumidores no somos conscientes, pensamos que tiramos casi cuatro veces menos de la realidad, y así, sin darnos cuenta, se nos van una media de 250 euros al año.