La legalización de la marihuana recreativa avanza a un ritmo sin precedentes en Estados Unidos, aunque su posesión y consumo sigue siendo delito federal. Detrás de todo hay un enfoque alternativo a la estrategia tradicional basada en la represión y la persecución policial. La legalización no solo asfixia el mercado negro y sus secuelas de delincuencia y violencia. Ha generado un gran negocio que en 2020 casi llegó a los 18.000 millones de dólares y está atrayendo inversiones del sector financiero y de la industria.
La corresponsal de TVE Sara Rancaño ha recorrido tres estados que simbolizan el pasado, el presente y el futuro de la marihuana legal recreativa. Colorado, el primero que permitió su comercialización en 2012, Arizona, el último en empezar a venderla, y Nueva York, que empezará previsiblemente el año que viene y ya la ha despenalizado.
El líder de la mayoría en el Senado acaba de presentar un proyecto de ley para legalizar la marihuana en todo el país. Los contrarios a levantar la prohibición argumentan que si la venta es libre, aumenta el consumo. Denuncian también que la industria está creando nuevos productos que no se fuman, se comen, y son mucho más potentes que los porros.
