Muchas incertidumbres rodean la celebración el próximo domingo del referéndum en Grecia, en el que los ciudadanos deben decidir si aceptan o no las últimas exigencias marcadas por sus acreedores para seguir prestando dinero al país. Las dudas comienzan por la propia legitimidad de la consulta -sobre la que se pronuncia este viernes el más alto tribunal del país-, siguen por el resultado que puede esperarse y finalizan por las consecuencias que pueden derivarse si ganan el 'sí' o el 'no'.
El ministro de finanzas, Yanis Varufakis, ya ha dicho que dejará su puesto al día siguiente del referéndum si gana el 'sí'.
Lo ha dicho el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijseelbloem, en una declaración de menos de dos minutos al término de la teleconferencia de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro. Además, ha añadido que no ha habido ninguna porpuesta nueva de Grecia antes de que expirara el programa de rescate esta pasada medianoche.
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, ha dicho que va a pedir el 'no' en el referéndum del próximo domingo sobre la propuesta de acuerdo ofrecida por los acreedores porque ello le permitirá lograr un mejor acuerdo para el país. Tsipras, en un mensaje televisado, ha explicado que la cuestión que se plantea en la consulta no es si Grecia permanecerá o no en el euro, y ha añadido que su Gobierno tiene la "firme" intención de llegar a un acuerdo con los socios.
